Con el fin de mejorar, tanto en lo personal como el mundo que habitamos, la terminación del año impone un alto para reflexionar sobre todo aquello que hicimos o que dejamos de hacer. En mis ya largos años de juventud (sonrisa), he tenido, como todos, aciertos de los que poco he aprendido y múltiples errores o equivocaciones que me han dado lecciones de vida que me gustaría compartir. Deseo, con el propósito de que no se pierda el conocimiento aprendido -aun cuando se dice que nadie experimenta en cabeza ajena-, ponerlo al servicio de quienes se interesen en leer estas líneas. Para tal efecto, escribí una relación de 12 razones, comportamientos y actitudes, una por cada mes del año que, creo, podrían ayudarnos a bien vivir. Las palabras clave, como te darás cuenta, son: respeto, confianza, generosidad, discreción, prudencia, comprensión, paciencia, tolerancia y amor. Está fácil ¿no? Ja, ja, ja, ja. Al respecto, conviene decir que el orden de los factores no altera el producto.1.- Cada uno somos consecuencia de formaciones diferentes: nuestras costumbres y hábitos familiares pueden no ser afines y cada ADN es resultado de una combinación única de genes, por lo que el respeto a nuestras diferencias es el principio fundamental con el que debemos ordenar nuestra convivencia.2.- Compartir. El tiempo dedicado a cultivar una relación, cualquiera que sea su naturaleza, es fuente de alegría.3.- No sobrepensar o sobreinterpretar las palabras y los hechos. Es frecuente que se especule sobre expresiones y acontecimientos que, vistos parcialmente, inducen a la desconfianza, la inseguridad y a conclusiones equivocadas. Debemos tener la película completa. Cuidado con los chismosos y las comadres “bien informadas”.4.- Ofrecer disculpas y perdonar. La vanidad y la soberbia son malas consejeras, debemos ser humildes.5.- Opinar cuando sea prudente. Con frecuencia perdemos la oportunidad de darle a nuestros silencios el valor que tienen. En boca cerrada no entran moscas.6.- No tratar de imponer gustos o preferencias.7.- No pedir lo que no puedan darte. Seamos conscientes de nuestros límites y limitaciones. No exijamos imposibles.8.- No mentir… aunque, a veces, una mentira piadosa (je, je, je) puede ayudar a salvar un momento de crisis.9.- No invadir los espacios personales y ser mesurados cuando el otro está irritado o molesto.10.- Preservar la intimidad y la privacidad. No hurgar, no entrar al baño cuando está ocupado, no estar escuchando las conversaciones ajenas y ser selectivo con la información que se comparte y a quién se le comparte.11.- No interrumpir (salvo situaciones excepcionales) ni corregir públicamente a nadie.12.- Y amarse mucho, mucho, mucho. ¿Verdad que está fácil?Un viejo, admirado y querido amigo, Miguel Sánchez Montes de Oca, platicando al respecto de la felicidad, me dijo: “Para alcanzar ese estado de ánimo, debemos procurar que coincidan algunos factores: querer lo mismo, creer lo mismo, comer lo mismo, que las diferencias, de cualquier naturaleza, no sean mayores y una gran dosis de tolerancia”.Nuestra vida son nuestras relaciones. Cuidémoslas. Les deseo prosperidad, abundancia, salud y mucha felicidad. eugeruo@hotmail.comEugenio Ruiz Orozco