Lo pasado el martes en Ciudad Guzmán es una vergüenza. Un grupo de malhechores se colaron en una manifestación y atacaron a vehículos y miembros de la armada cuyo pecado era andar por ahí. El espectáculo -por suerte no costó vidas- se puede encontrar con facilidad. Además de lo degradante. Es todavía más de preocupar por su lugar.Para los no jaliscienses: No nos agrada el nombre del cártel Nueva Generación. Ni cualquier referencia al lugar alguno de nuestro Estado para marca de matones. Tampoco ser desde siempre, uno de los dos o tres centros neurálgicos de la mafia mexicana (la de adeveras), y varias veces el primero. No es divertido. Aborrecemos se nos vean como cómplices del narco, aún cuando sí ocurre en todos los ámbitos. Es evidente. Pero ni de lejos una generalidad. Como todos, estamos bajo la violencia de la delincuencia queriendo mandar en lugar del Gobierno, o viendo azorados y con temor cómo se matan para dominar la plaza. Con miedo al asalto callejero y cosas peores.No hablo por ejemplo del lujo que es solo el vivir aquí. Nuestra cultura, historia, turismo, negocios. Nuestros liderazgos en todo como los deportivos y en ciencias. Porque no andamos tan perdidos. Pero sepan: nuestra principal ventaja, es al mismo tiempo nuestra gran maldición. Y eterno peligro.Se trata “solo” del tránsito de mercancías. Las rutas comerciales son en esencia las mismas del narco. Los cárteles son empresas de logística ilegales pero con principios en común: como entre más pegado estés a las rutas económicas, más barato te sale recibir o mandar tu producto o insumos, es uno de ellos. Sea por aire, mar, tren o carretera.En ese sentido Jalisco es una aduana monopólica de facto del Occidente. Lo cual no ocurre en el Norte, el Golfo o en el Caribe. De lo legal e ilegal. Si algo proviene de Asia a otro lugar, pasa por Jalisco. Al revés igual. Los otros accesos o salidas del Pacífico son irrelevantes en comparación. Y si se trata de sustancias para fabricar drogas, todas vienen de por allá. Somos el principal y más barato corredor, hacia y del Occidente al Norte y Noreste por caminos viejos, como al Bajío vía Los Altos y de ahí al Atlántico, y al Sur vía Michoacán aparte de las comunicaciones costeras con dicho Estado, Colima, y todo Jalisco, con las comunicaciones dobles con Nayarit por la costa o por Tepic pasando por la otra parte de la serranía jalisciense. De ahí para arriba hacia y de Sinaloa.La llamada cereza del pastel: Manzanillo es el principal puerto marítimo comercial de todo el país. Sin ello no se puede entender nada.¿Y Ciudad Guzmán que pitos toca? Es el paso terrestre directo Guadalajara-Manzanillo. Es otra encrucijada de vías de comunicación. Otro lugar estratégico. Tiene influencia directa y está ligada con alrededor de más de cincuenta y tantos municipios de 125 de Jalisco. Es mucho más importante que la capital de Colima, su vecina. Su área de impacto casi colinda con la de Puerto Vallarta solo excluyendo la Costa Alegre. Y con un pie hasta esa parte de la sierra.Ahí pasó eso. sergio@aguirre-consultores.com.mx / @seraguirre)