Hay una ligera pero importante diferencia entre una persona que está dispuesta a ayudar, un -digamos- prestador de servicios y el acomedido político. También encuentro -entre nosotros los ciudadanos- al que sabe pedir ayuda, el necesitado y el que cree que lo merece todo, con una gama de importantes matices a reconocer. El que ofrece ayuda (sin la petición de cualquiera de los perfiles anteriores) es un ser maravilloso tanto en lo público como en lo privado. Este tipo de persona está atenta a ver qué necesita el otro y no condiciona su ayuda conforme a sus posibilidades, da, está, escucha, atiende y es el más generoso aun no teniendo con qué hacerlo. El prestador de servicios es alguien al que uno le paga por hacer eso, una encomienda y uno espera, generalmente, que se cumpla esa encomienda en relación al valor o significado de la labor requerida. El acomedido, que nunca queda bien, le toca generalmente al político: si arreglan un cruce, lo hicieron tarde, si iluminan una zona que antes era un nido de murciélagos, ¿cómo no lo habían hecho antes, que si encuentran a un delincuente, cómo se les fueron los demás. Pero justamente el trabajo del político debería estar entrelazado entre ayudar, ser un gran prestador de servicios y gestionar la vida pública con sus decisiones de manera democrática, justa, leal y pareja para todos sus gobernados.En el video en el que cinco mujeres wixáricas, jaliscienses, pidieron ayuda el pasado miércoles, desde la necesidad primordial de vivir en paz, justicia y libertad, es algo que no pensé (tan pronto) ver en este resquebrajado país. Lo que hace de este corto comunicado algo “sui generis” es que a quién acuden, no es al político que encabeza el municipio del que son parte, ni mucho menos al gobernador del estado, Enrique Alfaro. Lo que es “extraño” -pero no lo es tanto-, es que a quien se acuda para poder ejercer el derecho de vivir en paz, es a Nemesio Oceguera, mucho mejor conocido por todos nosotros como “El Mencho”, el mero mero líder del CJNG y proveedor de despensas y servicios de salud en territorio jalisciense.Lo también extraño -pero tampoco lo es tanto- es que ni el gobernador ni el Presidente se hayan sentido ni un poquito responsables por la carga histórica que están llevándose con ellos ahora que están al final de su administración. Que el problema de seguridad, siguen diciendo “los acomedidos”, es un problema que se debería de tratar en conjunto. Bueno, ¿y para cuándo se iban a coordinar?, ¿ahora durante la tregua de las campañas o ya pasando la elección? Ojalá no se ofendan, luego lo tachan a uno de pediche…argeliagf@informador.com.mx • @argelinapanyvina