Ayer, en este mismo espacio hicimos referencia a que es “charlatanería’ la amenaza de legisladores republicanos norteamericanos que han insistido en que la mejor manera de resolver el ingreso de fentanilo desde México y combatir a los cárteles de la droga es enviando tropas y combatirlas en nuestro territorio. Señalamos que es irracional e ilógico y que sólo se trata de “parlachinatería política”, interpretándose como algo “normal” cuando en el país vecino también están en la antesala de las elecciones presidenciales. Bueno, pues ayer viernes desde Washington se confirmó que no vienen las tropas, pero sí los altos mandos de la ley y el orden estadounidense. Desde la Casa Blanca se confirmó que el próximo jueves estará arribando a la Ciudad de México una delegación de alto nivel, que estará integrada por el secretario de Estado, Antony Blinken, el fiscal General Merrick Garland y el secretario de Seguridad Interna Alejandro Mayorkas. Dicho en otras palabras: la “artillería pesada” de la administración Biden. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está en la cuerda floja. Su intención es reelegirse y para su desgracia, la popularidad no lo favorece, las kilométricas caravanas de migrantes -que pasan por nuestro país- empiezan a “inundar” las calles de las ciudades fronterizas de ambos lados de la frontera, así como sucede en Washington, Nueva York, Los Ángeles -entre muchas otras- provocando caos social y las estadísticas indican que las muertes a consecuencia de las sobredosis, se incrementan de manera alarmante -de acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en el 2022 casi 110 mil estadounidenses murieron por el abuso de drogas, lo que significó un aumento considerable comparado con el año anterior-.Y mientras que para Biden es prioritario el resolver los problemas de abuso de drogas y migración -aunque ni así lograría elevar la negativa percepción que tiene y menos reelegirse-, para su contraparte -el inquilino en Palacio Nacional- “es una propaganda vil y corriente, no hay que tomarlos en serio -al referirse a la amenaza de envío de tropas-”, dijo López Obrador en la mañanera. Dijo que “cada vez está más desgastada esta práctica tendenciosa, mentirosa, calumniosa. Por eso no hay que tomarlos en serio… son cosas de risa, son muy ridículos. Lo que en política, y es un consejo respetuoso, lo que no se debe hacer en política es el ridículo”. ¡Quién lo dice!Al Presidente de México le damos la razón cuando reflexiona (¿será?) en que las amenazas del uso de tropas en territorio mexicano son solo argumentos políticos para llamar la atención por parte quienes pretenden meter presión a Joe Biden o están aspirando llegar a la oficina Oval en la próxima elección. Donde no tiene razón López Obrador es en “no tomarlos en serio”, ya que si bien es cierto que no se espera una invasión militar, sí podemos sufrir sanciones económicas, como ya sucedió el jueves -a manera de adelanto- con los 60 millones de dólares que frenaron del Fondo de Apoyo Económico (ESF). Además, aquello de que “no hay que tomarlos en serio”, que “son muy ridículos” y que les va a dar consejos de lo que “se debe hacer en política”, vamos a ver si se los dice en su cara cuando tenga frente a frente en Palacio Nacional a la “artillería pesada” norteamericana.¿Usted, qué opina?
