Jueves, 28 de Noviembre 2024

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¡No tiene remedio!

Por: Daniel Rodríguez

¡No tiene remedio!

¡No tiene remedio!

La verdad, ¡no tiene remedio! 24 horas antes el Presidente López Obrador había dicho, “No nos va a llevar mucho tiempo… ya en la Navidad las familias van a estar muy contentas en Acapulco”, y ayer por la mañana ya condicionó lo ofrecido -posiblemente recapacitando de la aberración que había dicho- al señalar que “va a depender de las inversiones que se hagan para restaurar la hotelería… la rehabilitación de los hoteles llevará más tiempo”. Por lo tanto, tomando en cuenta que el 90 por ciento de la población está dedicada al ramo turístico, es imposible que para Navidad se hayan regularizado las actividades en la zona afectada por el huracán.

Ayer mismo en la Universidad de Chicago, el ex Presidente Ernesto Zedillo, quien habló en el Foro Global sobre Problemas de Disparidad en América Latina, habló sobre el caso de López Obrador, señalando que “Me gustaría ver un Presidente que no gobierne mintiendo a la gente, culpando a otros por sus propios errores… prometiendo cosas que no serán entregadas, efectivamente, que tampoco divida sociedades…”, que es precisamente lo que está haciendo el Presidente con el desastre en Acapulco.

Y para confirmar las posiciones que asume López Obrador o dejar dudas sobre la veracidad de su actividad, lo que sucedió el martes por la tarde fue muy extraño, cuando el Mandatario se le vio salir de Palacio Nacional supuestamente dirigiéndose -por tercera ocasión- a la zona del desastre, donde se reuniría con su gabinete de seguridad. Pero, ¿qué sucedió? Ni el martes por la noche, ni el miércoles hasta las 2 de la tarde, no se habían dado a conocer fotografías, videos, detalles o testimonios de que el mandatario haya estado en Guerrero como lo anunciaron. Sobre todo, tomando en cuenta que este tipo de visitas o recorridos se prestan para promover la imagen del Presidente “trabajando”.

Y la confirmación de que para Navidad no estará mínimamente restablecida la actividad en Acapulco -como se ofreció a manera de promesa desde la tribuna de la verborrea matutina- el mismo Gobierno en el Plan de Reconstrucción -que ayer se dio a conocer-, indica que necesitará por lo menos una inversión no menor a los 61 mil millones de pesos, mientras que la agencia calificadora de riesgos Fitch Ratings establece que “las estimaciones preliminares de pérdidas catastróficas ocasionadas por ‘Otis’, tanto económicas como aseguradas, ascienden a 16 mil millones de dólares”. Así que, con la inversión que la secretaría de Hacienda está estimando en México y con las proyecciones de impacto económico de las agencias internacionales, es posible creer que Acapulco estará de regreso a su actividad normal en los siguientes 54 días. ¡Imposible! La manera en que el presidente ha asumido el reto de la tragedia y la forma como lo ha manejado -que representaba una estupenda oportunidad para corregir el rumbo y mostrar un criterio diferente ante la calificación de la historia- sólo nos vino a demostrar que López Obrador…, ¡no tiene remedio!

¿Usted, qué opina?

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