Una frase popular en la política estadounidense se refiere a un eslogan informal de la campaña con el que Bill Clinton venció a George W. Bush padre en 1992: «Es la economía, estúpido». Se usa para reparar en lo esencial de determinada situación y a enfocarse en aquello que verdaderamente importa a los ciudadanos. En ese momento no era ganar más guerras sino algo muy básico: atender el bolsillo de los estadounidenses.De allí la frase: «No son los bares, es el transporte, estúpido» que podría expresarse sobre las políticas sanitarias que ha aplicado Jalisco de cara a la tercera ola del Covid-19. Estos son mis argumentos:Al día 1.5 millones de pasajeros se mueven en transporte público en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG). Una tercera parte lo hace en Tren Ligero y Macrobús –y sus rutas alimentadoras– mientras que el resto se traslada en los derroteros ordinarios. Imaginemos lo que representan 6 mil 483 unidades de transporte público de un lado a otro por toda la Ciudad, 16 horas al día, sobre una superficie que equivale a la mitad de todo el estado de Morelos. Se trata de un fenómeno masivo y con aglomeraciones.Por otro lado, la tasa de transmisibilidad del virus pasó de 2.5 casos por contagio a ocho con la variante Delta –similar al sarampión o la viruela–. Incluso el gobernador Enrique Alfaro explicó que ahora se verían familias enteras contagiadas cuando con la primera versión del virus se podía convivir con algún enfermo en casa sin enfermar. Esta mutación en la tasa de ataque del virus convierte también al transporte público en un foco de contagio mucho más peligroso. Asimismo, el argumento del gobierno es que los contagios se concentran en los jóvenes que acuden a los bares y van de fiesta. Seguramente así es, pero bajo esa misma lógica, ¿por qué no se considera el transporte público?La última encuesta sobre transporte público del IMEPLAN reveló que el 64.3 por ciento de los pasajeros tiene entre 18 y 44 años. Justo el universo en donde se concentra el alza de contagios. Es decir, los jóvenes no sólo van a los bares: también usan el camión (y lo usarán más con el regreso a clases).Los factores que propician la transmisión del virus son tres: la falta de ventilación o ambientes cerrados, las aglomeraciones y la ausencia de cubrebocas. ¿Y en qué lugar se ha relajado el uso de la mascarilla? En el transporte público en donde el tiempo de traslado promedio de un pasajero es de 38.4 minutos.Ahora comparemos el universo de usuarios y potenciales contagios en el transporte público frente a los bares. Según la CONBAR Jalisco, en el AMG hay alrededor de mil bares y antros que cerrarán durante agosto. Si estimamos un promedio elevado y arbitrario de 100 asistentes por bar en una noche de fin de semana nos darían 100 mil asistentes. ¿Qué universo de potencial contagio representa esto frente al 1.5 millones de pasajeros del transporte al día?La única diferencia es el tiempo de exposición: una visita a un bar puede durar tres, cuatro o cinco horas. Eso eleva más la posibilidad de contraer el virus.¿Los jóvenes son foco de contagio y transmisión del virus? Sí ¿Los jóvenes sólo asisten a los bares? No. El virus también viaja en transporte público cuyo uso se intensificará con el regreso presencial a clases.En otras palabras: también es el transporte público, estúpido.