Mario Delgado vino a Guadalajara y se reunieron tantos aspirantes a diferentes cargos en Jalisco que el dirigente nacional de Morena tuvo que lanzar un mensaje final más que claro: “No se calienten”. Fue enfático en decirles que será necesario colaborar para unir al partido después de agosto, cuando ya se sabrá quién es el candidato o la candidata presidencial. Seguro están temiendo que la “guerra intestina” de los morenos se convierta en batalla sin cuartel.Entre los más de 200 asistentes destacaron el diputado “Chema” Martínez y el regidor Carlos Lomelí -los dos quieren ser gobernador-, además de diputados locales y federales, como Cecilia Márquez, Hamlet García y Favio Castellanos. Naturalmente, también estuvo presente Katia Castellanos, quien es dirigente estatal, que no se perdió ni media foto y que, además, no quería que Mario Delgado diera entrevistas a los medios de comunicación, hasta que ganó la presión.* * *En su visita, Mario Delgado iba como cuchillo en mantequilla. Discurso y aplausos. Discurso y aplausos. Pero uno de los asistentes levantaba la mano y no le daban la palabra. Era Alberto Uribe, regidor de Zapopan. Como no lo dejaron hablar, cuando terminó el evento se levantó de su lugar y fue a decirle personalmente a Delgado: “Sin piso parejo, no puede haber unidad”. Ya le habían dicho al dirigente de Morena que los promotores de Marcelo Ebrard le reclamarían, pero no esperó a que Uribe le dijera que la ciudad “está tapizada” de bardas a favor de Claudia Sheinbaum. ¿Su respuesta? Que investigarán.* * *El tema de la ministra de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel, se está haciendo viejo.El Presidente López Obrador le aventó los caballos a la UNAM y a sus adversarios, los conservadores y neoliberales. Pero nos avisan desde la Ciudad de México que algo se está preparando para tumbar definitivamente a la señora y que no tenga más opción que renunciar al cargo.¿Otro plagio, como el de su tesis de doctorado?Hay que esperar, pero están preparando una publicación en la que se asegura que ni siquiera se presentaba en las clases y logró “convencer” a varios directivos académicos de que sus calificaciones fueran aprobatorias.La situación se torna cada vez más candente.
