El triunfo de la ex diputada local Erika Pérez García como nueva presidenta interina de Morena en Jalisco el sábado pasado, en sustitución de Katia Castillo, quien tuvo que dejar esta posición 10 meses antes de concluir su periodo para asumir la diputación federal que obtuvo en la elección de junio pasado, es una clara muestra que dentro de las corrientes internas de este partido a nivel local (tribus dirían los ex perredistas hoy morenistas), la que encabeza Carlos Lomelí es la hegemónica y la que mantiene bajo su control los espacios más importantes.Además de la dirigencia estatal que acaba de sumar a su grupo, el actual senador y magnate farmacéutico preside el Consejo Estatal morenista y uno de sus aliados, Miguel de la Rosa, es el coordinador de la fracción guinda en el Congreso local.Lo que también quedó claro en el conclave morenista del fin de semana, es que el resto de las corrientes que le disputaron a este grupo la presidencia, no pudieron mantener los acuerdos ni las alianzas para llegar a la elección con el TUCOL (Todos Unidos Contra Lomelí) y en la división del voto se aseguró el triunfo de Pérez García con 69 de 163 votos.Su más cercana contendiente fue Leticia Pérez Moreno con 46 votos, cuya candidatura apoyaban cuadros de la ex candidata a la gubernatura Claudia Delgadillo, del ex candidato a la alcaldía tapatía José María Martínez, y del diputado federal Alejandro Peña.En el plan inicial para armar el TUCOL, se contaba con que se uniera también la alcaldesa morenista de Tlaquepaque, Laura Imelda Pérez Segura, quien a final de cuentas calculó tener los votos necesarios para ir sola y optó por lanzar a Perla Ávila, quien obtuvo 29 votos. La contendiente Alma Banderas se quedó con 19 sufragios.Aunque esta vez no fue una elección abierta a la militancia, ya que solo votaron las y los miembros del Consejo estatal, lo que habrá que reconocer es que la jornada se dio sin mayores sobresaltos, todas las partes reconocieron a la ganadora, y no hubo reclamos de fraude o hasta robo de urnas y balazos como les ha pasado en otros procesos internos.Quien sí tendrá que aplicarse a fondo para ganarse las simpatías de los morenistas, o al menos neutralizar su rechazo, es el ex líder del extinto partido estatal Hagamos, Ernesto Gutiérrez Guízar, quien se llevó la desaprobación y rechiflas de una buena parte de las y los consejeros morenistas por su imposición como titular de la Secretaría de Movimientos Sociales, de nueva creación en el comité directivo estatal morenista por órdenes de la dirigencia nacional que encabeza Luisa María Alcalde. Sin duda una concesión ganada por los buenos oficios del Grupo UdeG que sigue muy cerca de la 4T.