Convencido como está de que el suyo es un buen gobierno, tan bueno que refundará Jalisco, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, se la pasa negando las crisis, todas, o cuando mucho administrándolas, pateándolas para más adelante, hacer como que se hace algo, sin resolverlo de fondo.El más reciente ejemplo de esta postura negacionista de las crisis ocurrió el lunes en la rueda de prensa semanal que ofrece Enrique Alfaro. Le preguntaron por la crisis que hay en el Servicio Médico Forense del estado, pero el mandatario negó que hubiera crisis, aunque admitió carencia de recursos. “Es absolutamente falso (que haya crisis forense). Si fuera así, veríamos otra vez desbordadas las cosas, la verdad es que hay un enorme trabajo, hay mucha presión. La infraestructura de la que disponemos tiene que fortalecerse, el diseño institucional de Ciencias Forenses también tiene que tener algunos ajustes, cada vez va a ser importante poder destinar más recursos”, dijo en la rueda de prensa y como en ocasiones anteriores que hay temas que le incomodan, responsabilizó a los medios de alimentar esta “supuesta” crisis. “Entendemos las agendas de algunos medios que pretenden usar este tema para golpear políticamente. No me voy a meter más en eso. Simplemente digo (que) me parece muy desafortunado que se esté construyendo o se esté intentando construir una idea que no responde al tamaño del esfuerzo realizado para poder corregir un problema que tiene muchos años creciendo y convirtiéndose en un desafío institucional para el estado”, señaló. Antes de insistir que sí existe una crisis forense en Jalisco, reconozco que Alfaro tiene razón en dos puntos: que se ha hecho un esfuerzo presupuestal y de recursos humanos para atender este problema y que la crisis forense es un fenómeno que viene creciendo desde hace años, antes de esta administración.Dicho esto, todos los números nos dicen que las capacidades del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) están rebasadas y que no es capaz de responder al reto de resguardar, identificar y entregar a los familiares, dignamente, los restos humanos que pasan por la institución.Las cifras son contradictorias, como se ha hecho común en Palacio Nacional, en Palacio de Gobierno de Jalisco tienen otros datos. En una ficha informativa, el IJCF indicó que hasta la semana 37, en la cámara del Semefo existen 546 cuerpos y 102 segmentos, los cuales rebasan la capacidad de 505 espacios existentes. En tanto, la cámara externa tiene 220 espacios, y 167 disponibles, es decir a 76 por ciento de su capacidad. En este recinto se encuentran cuerpos mutilados de víctimas encontradas. Pero reportajes publicados por colegas en el estado, a partir de información oficial, revelan otros datos. En mayo de 2021, NTR dio a conocer que hasta el 6 de diciembre de 2018, al inicio de la actual administración, había 184 restos humanos en los diferentes espacios del IJCF: 128 cuerpos, 43 restos óseos y 13 secciones anatómicas. Un informe del IJCF al que tuvo acceso el diario NTR, del 10 de junio de 2020, reportó 2,897 restos humanos: 2,184 secciones anatómicas, 638 cuerpos y 75 restos óseos. Pero los cuerpos y restos humanos albergados en el Semefo podrían ser más. En mayo de esta año, el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (Cepad) presentó el informe La crisis de identificación de personas en Jalisco, donde estableció que al cierre de 2020 Jalisco tenía 6,249 personas fallecidas sin identificar (PFSI) en las morgues de todo el estado. A su vez, en agosto de este año el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM) presentó el informe La Crisis Forense en México: más de 52 mil personas fallecidas sin identificar, donde ubicaba al Jalisco en los primeros lugares con 5,738 restos no identificados. Tanto el reporte de Cepad como del MNDM se basan en información oficial obtenida vía transparencia. Es decir, toda la información conseguidas por medios u organizaciones no oficiales, revelan que la crisis es mayor. Pero más allá de que el gobernador quiera negar esta crisis, está el viacrucis cotidiano de las familias. Guadalupe Aguilar, de Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej),ha declarado con contundencia y con la legitimidad que le da la búsqueda de su hijo y el acompañamiento a cientos de madres de semejante circunstancia, que la crisis forense en el estado es mayor que hace tres años. Solamente este justo reclamo le debería bastar al gobernador para admitir el tamaño de la crisis y hacer lo necesario para atenderla. En Jalisco hay una crisis humanitaria de proporciones mayúsculas, la admita o no el gobierno.