Muchos ven un paralelismo entre el actual escándalo de la Iglesia La Luz del Mundo y el ocurrido en 1997. A simple vista parece repetirse la historia, pero en realidad ambos casos son muy distintos.Samuel Joaquín, en 1997, tenía 60 años. Sobre la Iglesia a su cargo se cernían señalamientos por las restricciones y vigilancia estricta a sus fieles. Fue acusado de abuso sexual por delitos cometidos hasta 20 años atrás. Un fiscal estatal en Jalisco se encargó del caso.Naasón Joaquín, su hijo, tiene 50 años. Según especialistas, relajó las duras normas de convivencia y se enfocó en volcar la expansión de la Iglesia fuera de Guadalajara. Se le acusa de 26 delitos por hechos ocurridos en los últimos cuatro años. Un fiscal en California, Estados Unidos, con una ganada reputación por combatir delitos sexuales, es quien lo acusa.Son dos escenarios completamente distintos.***Que además de administrar su bar, una de las actividades favoritas del polémico Antonio Cruces Mada, ex titular de Salud Jalisco, está en acudir a los juzgados.Porque un día sí y el otro también tramita amparos contra cualquier orden de captura o acusación en su contra. Esto se desprende de las declaraciones de Gerardo de la Cruz, fiscal anticorrupción de Jalisco, quien dijo que un ex funcionario de Salud se la vivía tramitando amparos de los llamados “buscapiés”.De quién más podría tratarse, inferimos en esta H. Cantina, si no es de Cruces Mada.***Si le preguntan a la diputada morenista Tatiana Clouthier qué piensa de Enrique Alfaro, les responderá que ya ni en el radar lo trae.De visita en Guadalajara para presentar su libro “Juntos Hicimos Historia”, la ex coordinadora de campaña de Andrés Manuel López Obrador reconoció que al inicio del sexenio Alfaro llamó su atención y comenzó a seguirlo.Pero en algún punto el mandatario dejó de ser de interés para la diputada federal y le dio unfollow, al grado de que dice ignorar qué ha sido del político jalisciense.¿Cachetadita con guante blanco?
