Al tapatío Naasón Joaquín García, director general de la Iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad, mejor conocida como La Luz del Mundo, que fundó en Guadalajara su abuelo, un ex militar de Colotlán, Jalisco, Eusebio Joaquín, en 1926 en plena guerra cristera, le tocará enfrentar el momento más difícil y de mayor riesgo para mantener esta dinastía que ha llevado esta religión a 58 países, en los que han construido 15 mil templos a los que acuden alrededor de cinco millones de fieles.La historia oficial de esta iglesia sostiene que Eusebio recibió un llamado divino estando en Monterrey, luego del cual caminó por meses, hasta recibir otra señal celestial para cambiar su nombre al de Aarón, y crear la sede mundial de la iglesia de La Luz del Mundo en los entonces terrenos agrestres de la Hermosa Provincia. A su muerte en 1964, su hijo Samuel Joaquín asumió como el apóstol de Jesucristo en la Tierra y fue bajo su liderazgo que levantaron el monumental y más grande templo de Guadalajara al oriente de la ciudad, en el que reciben a miles de fieles cada mes de agosto en la Santa Convocación. Bajo su conduccción de 50 años esta iglesia tuvo una impresionante expansión mundial al pasar de menos de 100 templos y 10 mil fieles que tenía cuando asumió en 1964, a los tres mil 500 templos y tres millones de fieles en 50 países con que dejó a esta organización religiosa en diciembre de 2014 que murió. “Por designación divina” llegó al mando el tercero de la generación, su hijo Naasón, quien hasta su detención el martes en Los Ángeles, acusado de 26 delitos sexuales, había continuado, también de manera notable, ese trabajo de promoción de su iglesia.Como era de esperarse, los voceros de la Luz del Mundo rechazaron las acusaciones y defendieron con todo ahínco la trayectoria y reputación de su apóstol. Ante los cuestionamientos de que ya el padre de Naasón había sido denunciado al igual por delitos sexuales en 1997, su defensa era que se trató sólo de campañas de difamación que nunca prosperaron en la entonces Procuraduría de Jalisco, y que nunca afectaron el crecimiento de la iglesia.Lo que también habrá que decir es que, en medio de aquella crisis, muchos concluyeron que ante esos señalamientos, las autoridades nunca hicieron una investigación o seguimiento exhaustivo, incluso de las agresiones a los denunciantes, por los contactos y el cobijo político logrado por las relaciones logradas con prácticamente todos los partidos a cambio de votos y el otorgamiento de candidaturas a su cuadros. Esa influencia política se manifestó apenas el 15 de mayo pasado con toda la polémica que se causó por el homenaje que se hizo en el Palacio de Bellas Artes en un concierto operístico llamado “El Guardían del Espejo” a Naasón, el “Apostol de Jesucristo”, al que asistieron entre otros Martí Batres, senador morenista y Sergio Mayer, diputado de Morena, presidente de la Comisión de Cultura.Por eso el reto que se les abre a los defensores de Naasón es que en un sistema de justicia con mucho menos cuestionamientos que el mexicano, como lo es el de Estados Unidos, libren las acusaciones, ya que de lo contrario se pondría en serio riesgo este fenómeno religioso hasta hoy único por su carácter hereditario, y que de prosperar las responsabilidades criminales de su líder podría romper con la lógica del linaje en la sucesión y abrir la conduccción de esa iglesia a otras dirigencias que no sean sangre de la sangre de su fundador. Veremos.jbarrera4r@gmail.com