La disputa por las candidaturas de Morena entre Carlos Lomelí y Claudia Delgadillo, en Guadalajara, y Alberto Uribe y Mariana Fernández, en Zapopan, cada vez está más cerrada.Nos cuentan que la selección de los candidatos la dejarán hasta el 21 de marzo, fecha límite para el registro ante el IEPC. Esto, en la búsqueda de procesos de unidad.En la contienda tapatía, a Carlos Lomelí se le ha visto haciendo cabildeo de alto nivel en las cúpulas de Morena, presumiendo su cercanía con Mario Delgado y el senador José Narro, delegado de elecciones en Jalisco.Y, por otro lado, a Claudia Delgadillo se le ha visto haciendo un trabajo intenso de calle en las colonias tapatías para construir una estructura que le dé posibilidades de triunfo.Habrá que esperar. Lo cierto es que la estructura de Delgadillo y el perfil de Lomelí juntos podrían lograr mucho más que separados.* * *La Fiscalía del Estado se ha convertido en una especie de relatora notarial de la muerte. Gerardo Octavio Solís Gómez ha reducido su papel a contar cadáveres desenterrados, ejecutados y casquillos percutidos.La rueda de prensa de ayer se parece más al típico discurso del futbolista que siempre repite las mismas ideas: hallamos tantos cadáveres, estamos investigando, está ligado el crimen organizado, huyeron en tantos vehículos compactos. ¿Y los detenidos? ¿Y las sentencias? ¿Y el desmantelamiento de bandas? De eso, nada.* * *Los cortes de agua del SIAPA han inquietado a la población. Lo decimos porque su estrategia de cortes “programados” en 213 colonias resulta poco clara.No han compartido aún el calendario de cortes, las zonas y el número de usuarios afectados. A eso se suman los reportes por falta de agua en colonias que no están dentro del plan.La explicación es que estos cortes son por obras del Estado y municipales. El asunto al final es que, por angas o por mangas, la ciudad se queda sin agua.Más allá de obras e infraestructura, debería impulsar políticas urgentes de uso eficiente del agua y encarecerla. De otra manera, el problema no se solucionará porque ni la valoramos ni la cuidamos.