¿Cuántas irregularidades puede haber detrás de un feminicidio? Todas. Así fue en el caso del feminicidio de Montserrat Juárez, la joven de 25 años que perdió la vida al interior del departamento que compartía con su pareja.El caso de Montserrat podría ser otro más de los casos de violencia doméstica que se reportan cada día al 911, pero el suyo no fue así, terminó en feminicidio y en él estuvieron involucrados no sólo su pareja, también el padre de éste y, por si fuera poco, para ocultar la evidencia se introdujeron en el montaje al menos otras cinco personas, entre ellos dos elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, paramédicos y varios civiles, entre ellos un menor de edad.El cuerpo de la joven, de acuerdo a los primeros reportes, fue declarado sin signos de violencia, y del domicilio fue llevado a una agencia funeraria donde la intención era incinerarlo sin la intervención de la Fiscalía capitalina; de ahí fue rescatado y se realizó el protocolo correspondiente. Traumatismo múltiple fue el reporte de las autoridades y se inició la búsqueda de los responsables.De no ser por la intervención de los vecinos de Montserrat, quienes hicieron viral un video donde se observa cómo este grupo de personas sustrajo el cuerpo de la joven del edificio envuelto en una sábana y atado a una camilla sin que las autoridades competentes acudieran, el desenlace sería otro.Lamentablemente la intención de los vecinos no alcanzó para evitar que a Montserrat le arrebataran la vida, pero hoy sabemos qué sucedió: sabemos que la joven sufría violencia continuamente, que tuvo una ficha de desaparición en julio del año pasado y que ella misma fue a retirarla, se presentó con huellas de violencia y no hicieron nada al respecto. Ese día fue el último que sus padres la vieron con vida. Montserrat regresó con el mismo sujeto que la mantuvo cautiva, pues según las declaraciones de los vecinos no tenía vida fuera del departamento y las pocas veces que las cámaras la captaron subiendo y bajando las escaleras lo hacía con mucha dificultad, apenas podía sostener su cuerpo.Sean Ángel Alejandro “N” -pareja de Montserrat- y César “N” -el padre de éste- fueron capturados cinco días después de los hechos; además, la Fiscalía capitalina abrió expedientes de investigación interna para todos los elementos involucrados la noche de la muerte de Montse. La cronología de la historia la vimos todos en los videos que circularon en redes sociales y todos los medios. Escuchamos cómo los gritos de un hombre al interior del departamento daban órdenes a diestra y siniestra: “Mátala”. “Sostén el cuerpo”. Era imposible que los vecinos no intervinieran al ver el desfile de individuos en medio de la noche. En cuestión de cuatro horas, desde los gritos hasta que el cuerpo de Montserrat fue retirado del edificio ubicado en Lago de Chalco 76, cambió la vida de esa comunidad.El caso de Montse me recordó el de Ariadna Fernanda el año pasado, tan impactante al ver cómo fue manipulado su cuerpo por su presunto feminicida, cargándola como si fuera un maniquí hasta su vehículo para luego arrojarla al pie de una carretera en Morelos. También fueron las cámaras de seguridad del edificio donde falleció Ariadna, en la Colonia Roma, las que denunciaron los hechos y Rautel “N” y su pareja fueron detenidos al ser los últimos que estuvieron con ella y quienes no reportaron su fallecimiento. Luego las irregularidades en las declaraciones de las autoridades de Morelos y las investigaciones de las autoridades de CDMX terminaron de armar la novela.Dice un dicho por ahí que: “Las mentiras tienen las piernas cortas” y se tropiezan fácilmente; en los casos de Ariadna y Montse, los feminicidas se tropezaron rápido, era imposible ocultar su responsabilidad.Sabemos que un crimen puede incluir todas las irregularidades posibles para obstruir su esclarecimiento, ¿acaso se necesita la denuncia ciudadana para exhibir a las autoridades y que la justicia llegue a las víctimas? Quiero pensar que no, pero hoy en día es un formato recurrente en el camino para erradicar la impunidad.puntociego@mail.com