La emboscada que sufrió un batallón militar el fin de semana pasado en la sierra de Michoacán, cerca del poblado de Aguililla, en la que murió el coronel Héctor Miguel Vargas Carrillo, de 49 años de edad, confirma la escalada de desafíos de los grupos del crimen organizado en contra de las fuerzas castrenses del Estado mexicano, que se han dado en los últimos tres meses.La noticia es altamente preocupante, porque habla del creciente poder corruptor y de fuego del narco en México que los hace enfrentar al tú por tú, ya no sólo a las debilitadas policías municipales, estatales y federales, sino también a soldados y marinos.Décadas de corrupción han empoderado a estos grupos delincuenciales y les han permitido la infiltración en estas corporaciones policiales que han dejado de responder con espíritu de cuerpo a esas agresiones.Sería muy grave que esta ofensiva continúe y los asesinatos de los mandos militares queden en la impunidad y no se detenga a los responsables. Las Fuerzas Armadas de México deben además poner fin, cuanto antes, a este toma y daca con que las mafias están vengando las detenciones de sus capos que hace el Ejército.Por ejemplo, el ataque al coronel Vargas y sus elementos registrado en el municipio de Coalcomán vino días después que militares capturaron a Rosario Israel Montes, alias “El 22”, considerado uno de los líderes del cártel Nueva Generación (CNG) en esa zona de Michoacán, así como a Alma Antonia “N”, en Aguililla.Habrá que recordar también cómo las milicias del cártel de Sinaloa se enfrentaron con efectivos militares para buscar nuevamente la liberación de Ovidio Guzmán el pasado jueves 5 de enero en Culiacán, con saldo de 29 muertos, 10 de ellos militares. Entre ellos el coronel de Infantería Juan José Moreno Orzúa, comandante del 43 Batallón de Infantería, con sede en Tepic, pero que se dirigía a Sinaloa, a tratar de controlar la violenta respuesta de este grupo delincuencial prácticamente en todo Sinaloa.Apenas en diciembre, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tuvo que responder con la detención de Antonio Oseguera Cervantes, hermano de Nemesio, alias “El Mencho”, considerado el líder de este grupo delincuencial y quien encabeza la lista de los más buscados en México y Estados Unidos desde hace casi una década, porque atribuyeron a este grupo delincuencial el asesinato, el pasado 24 de noviembre, del coordinador de la Guardia Nacional en Zacatecas, el general José Silvestre Urzúa Padilla y de la desaparición en diciembre cuando vacacionaba en Jalisco del coronel de Caballería Diplomado de Estado Mayor y comandante del 16/o Regimiento de Caballería Motorizado con sede en Nuevo Laredo, Tamaulipas, José Isidro Grimaldo Muñoz.Sin duda, un asunto de seguridad nacional que debe ser atendido con urgencia y ubicarse como la más importante de las prioridades y no dejar que siga creciendo esta crisis de inseguridad y violencia que ya puso hasta a los mandos militares en la mira del crimen organizado. jbarrera4r@gmail.com
