La vorágine informativa que se vierte en los medios de comunicación es una mezcla variopinta de asuntos que informan y entretienen a las audiencias. En general, las agendas abordan cada vez más temas triviales y los importantes se presentan con la cómoda superficialidad emotiva. Más ahora que tenemos los procesos electorales en marcha, los asuntos se contaminan en una creciente polarización contaminada de vanalidades y aun de mentiras deliberadas capaces de influir en la opinión pública en periodos muy cortos.Ante esta realidad vale la pena detenerse a mirar los asuntos de lo que podemos denominar como la agenda de los temas realmente importantes para dar dimensión y jerarquía a los asuntos de los que nos informamos. En este sentido vale la pena resaltar que en los próximos meses México se enfrenta a una serie de hechos, y deberá tomar decisiones de gran envergadura que definirán en muchos casos el cauce social, económico y político de los próximos lustros. En estos asuntos la seguridad interior juega un papel fundamental por el deterioro institucional y la urgente necesidad de fortalecer el estado de derecho.En estos días las presiones externas se han incrementado a tal grado que la operación final para poner en marcha la Ley que dota de marco jurídico a la actuación militar en la seguridad interna fue un tema crucial, así como las reclamaciones veladas de los altos manos norteamericanos a los funcionarios mexicanos con respecto a las acciones contra el crimen organizado que actúa en el tráfico ilegal de opiáceos referida por el fiscal general de aquella nación mientras el canciller y el secretario de Gobernación estaban en Washington.Todo apunta a que las presiones para una actuación más eficaz en ese tema seguirán adelante y se pueden convertir en un factor político aun de mayor importancia en los próximos meses si tomamos en cuenta el enorme riesgo real de una mayor penetración del crimen organizado en los procesos electorales.Por otra parte, en los temas económicos la inminente aprobación de la reforma fiscal de nuestros vecinos, el incremento de las tasas de interés, las presiones inflacionarias y la incertidumbre derivada de la negociación del TLCAN, seguramente producirá tensión y volatilidad en el primer trimestre del año próximo. Lo que obliga a las autoridades a crear soluciones que atraigan y retengan las inversiones externas y estimulen las internas.Aunque la economía se mantiene en crecimiento es obligado analizar propuestas que acentúen la competitividad y la productividad. Este Gobierno debe sentar las bases para instrumentar cambios que tengan efectos en 2019, lo que obliga a compartir información con los candidatos para instrumentar responsablemente medidas adecuadas desde el inicio de la siguiente administración. Un espacio de incertidumbre puede ser muy riesgoso.En el campo político la relación con Estados Unidos incide en el proceso electoral en muchos aspectos, desde las declaraciones estridentes allá, hasta la movilización de los mexicanos de cara a las elecciones, para no hablar del impacto de las negociaciones del TLCAN o la colaboración de criminales procesados allá en temas narcotráfico que pueden tener repercusiones de este lado de la frontera.Los movimientos de los partidos, más allá de la nominación de candidatos, implica el riesgo, ya señalado de ser penetrados por el crimen organizado en muchas regiones y ciudades del país, lo que puede resultar en una acción político electoral contaminada que distorsione los resultados.Cualquier error en la forma de resolver estos desafíos sociales, económicos y políticos puede ser realmente negativa, y por eso vale la pena revisar la agenda temática, más allá de la trivialidad y la pasión superficial para dar seguimiento a estos temas altamente sensibles y trascendentes.