Andrés Manuel López Obrador apareció en su mañanera y arremetió en contra de la prensa estadounidense diciendo que “se rasgan las vestiduras de manera hipócrita”, refiriéndose a la manera “amarillista” con el que abordaron el secuestro de cuatro norteamericanos y asesinato de dos de ellos en Matamoros. Y levantó la voz cuando agregó que cuando mexicanos son asesinados en Estados Unidos “callan como momias”.Vale la pena revisar sin apasionamientos la postura que asumieron los diarios más emblemáticos de la prensa estadounidense sobre el penoso incidente en la frontera norte:The New York Times ‘A Trip to Mexico ends in a Kidnapping and the Deaths of 2 Americans’.Los Angeles Times ‘2 kidnapped Americans found dead in Mexico; 2 others rescued and returned to the U.S.’The Washington Post ‘Two Americans dead after Mexico kidnapping, officials say. Two others were found alive’.The Wall Street Journal ‘Two Americans Kidnapped in Mexico Found Dead’.¿Dónde ve usted que se “rasgaron las vestiduras”?. ¿Dónde está el “amarillismo”?. Es de llamar la atención como los grandes diarios norteamericanos tomaron con mucha mesura y profesionalismo el incidente, además de que ninguno de los cuatro títulos apareció, si en primera plana, pero no a ocho columnas.Donde sí se rasgaron las vestiduras y se actuó con amarillismo, fue en Palacio Nacional, cuando sin argumentos ni explicaciones para aclarar el desafortunado acontecimiento, y ante la imposibilidad de darle claridad al asunto, se usó la artimaña de lanzar improperios y distraer la atención -como es una costumbre-, hablando de la prensa de nuestros vecinos.Y en donde sí se levantó la voz en contra del salvajismo y con la impunidad con la que operan los carteles de la droga en México, fue en el Congreso estadounidense. El senador Lindsey Graham se unió a las voces que en los últimos días piden que los narcotraficantes se les califique como terroristas y advirtió a México -durante una entrevista con la cadena FOX News-, “que de seguir brindando refugio seguro a los carteles, eso significa ser enemigo de Estados Unidos”. Una postura muy extremista, pero que ante la situación que se vive en México con una violencia desatada y ante la poca o nula efectividad para frenarla, empieza a ganar adeptos entre los legisladores en que se tomen medidas más severas para evitar tener un vecino de más alto riesgo.La realidad es solo una. En México los “abrazos y no balazos” ha sido una política fallida. Y si a esto agregamos los escenarios más recientes de participación y corrupción como de García Luna, los seis jóvenes acribillados por el ejército en Tamaulipas y ahora el secuestro y asesinato de los norteamericanos, todo esto es ‘gasolina para echarle a la hoguera’ de la ‘cocina’ del Congreso estadounidense.Es obvio que ante la incapacidad del gobierno mexicano de contener la violencia que provoca poco menos de 3,000 muertes por mes, además de la producción y distribución de droga que se genera, se necesita de la ayuda y colaboración de logística -no intromisión- de los vecinos del norte. Alejandro Hope, experto en asunto de seguridad, dijo que la realidad de nuestro país “alimenta la narrativa que es un lugar sin ley, que Mexico no tiene capacidades propias para lidiar con esto y que Estados Unidos necesita hacer algo...y la administración Biden puede estar bajo esa presión cada vez mayor para hacer algo”.¿Usted, qué opina? Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net