Como lo comentaba ayer aquí, la tregua de septiembre entre el Presidente Andrés Manuel López Obrador y el gobernador Enrique Alfaro no sólo no se reflejó con más presupuesto federal para Jalisco, sino que fue más que fugaz y ayer las tensiones políticas entre ambos personajes volvieron a escalar casi al grado de lo vivido en junio pasado cuando el tabasqueño le reclamó al mandatario estatal no respetar la investidura presidencial al culparlo de estar detrás de los desmanes en los que degeneró aquella marcha contra los abusos y la brutalidad policial por el caso Giovanni.A su más fiel estilo del tope donde tope, el gobernador se enganchó en la respuesta que lanzó desde la mañanera el Presidente a los diez ejecutivos estatales que integran la Alianza Federalista, en la que minimizó el reclamo presupuestal hecho el lunes en forma simultánea desde cada una de sus entidades (aquí se llamó “Cierre de Filas por Jalisco), al asegurar que tras esa exigencia hay motivaciones político-electorales, y decirles que pese a que están en su derecho, salir del pacto federal como amenazan requeriría una reforma constitucional y llevaría a controversias que tendría que resolver el Poder Judicial. Pero antes, los provocó al retarlos a “mandar obedeciendo” y buscar así meterlos en el juego de las consultas que tanto le gustan: “Si tienen vocación democrática, tendrían que preguntarle a los ciudadanos de los Estados que gobiernan”.Ante ganaderos, y tras reprochar que el Presidente les había incumplido en pagarles más por litro de leche, Alfaro le tomó la palabra a AMLO y anunció que hará esa consulta para saber si los jaliscienses están de acuerdo en seguir con una relación “abusiva” con la Federación en la que Jalisco aporta mucho y sólo recibe “malos tratos, groserías y desdenes”. Le reprochó además al Presidente negarse al “diálogo republicano” con los gobernadores y poner en riesgo el pacto federal.Se revivió así el tema del Jal-exit, del que se habló a inicios de la pandemia cuando los gobernadores de oposición de Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Jalisco amagaron con dejar el pacto fiscal si no se revisaban los términos del reparto de los impuestos y se convocaba urgentemente una Convención Nacional Hacendaria.La aceptación de esta consulta por parte del gobernador dividió de inmediato opiniones en la redes sociales, desde los que lo apoyaron, hasta los que le reprocharon su bravuconería con el Presidente y hasta los que lo tomaron a chunga y bromearon que “ahora que Jalisco sea independiente, México podría ser el invitado de la FIL” (@mongeEmiliano dixit).Con la crisis de salud, de seguridad y económica que ya padecemos, destinar energía y recursos al juego de las consultas parece inoportuno pese a la trascendencia del debate para la revisión del pacto fiscal que puede darse sin ellas si se serenan los ánimos y los gobernantes actúan más pensando en sus gobernados que en sus clientelas y proyectos políticos futuros, arrastrando así a la población a riesgosas aventuras que maquinan al calor de sus ambiciones. Por eso mejor que lo consulten con su almohada.jbarrerar@gmail.com