Hasta el domingo, Zinapécuaro era uno de tantos pueblos michoacanos -obviamente, por su toponimia- cuyos poco menos de 50 mil habitantes prácticamente residían en el limbo: sin pena ni gloria. El domingo por la noche, intempestivamente, se volvió noticia: en un palenque clandestino, como los que hay cientos en el país, en una localidad del municipio, veinte personas (17 hombres y tres mujeres) fueron asesinadas y cuatro más resultaron heridas. Los autores de la masacre, “cerca de diez sujetos armados”, escaparon en dos vehículos no identificados. El gobernador de Michoacán la atribuyó a “la ruptura de pactos entre autoridades gubernamentales y organizaciones criminales” que realizan extorsiones, robos, secuestros y otros delitos en la entidad. El Gobierno federal, a su vez, explicó que se trató de “una masacre de un grupo contra otro" -¡qué intuición...!-, y anunció que “ya salió (de la Ciudad de México) un equipo para allá, para investigación y para atender”.-II-Las masacres en México han alcanzado, muchas veces, notoriedad internacional. Además de la de Tlatelolco y San Miguel Canoa en 1968, llevadas al cine y a la literatura, sobresalen, por la tinta que se les ha dedicado, la de 17 campesinos en Aguas Blancas, Guerrero, en 1995; la de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en 2010; la de 43 normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, en 2014, y la de tres mujeres y seis niños de la familia LeBarón en Bavispe, Sonora, en 2019.Solo en la actual administración han ocurrido más de 30 masacres en México, principalmente en los estados de Veracruz, Michoacán, Guerrero, Morelos, Sonora, Chihuahua, Oaxaca, Tamaulipas, Jalisco, Guanajuato y Zacatecas.Los criminólogos denominan como masacre al homicidio premeditado, injustificado, cruel y alevoso de varias personas, producido por ataque armado o causa parecida. María Moliner la define como “matanza salvaje de personas”. A diferencia del asesinato, que puede tener una motivación -rencillas, robo...-, aunque no justificación, y el homicidio, que puede ser accidental, la masacre se caracteriza por la furia ciega, irracional e indiscriminada de sus autores y la indefensión de las víctimas.-III-El sacerdote brasileño Leonardo Boff identifica la masacre con la cobardía. La impunidad que ha sido, en tantos casos, su secuela en México, es prueba, contundente y escandalosa, de que el Estado de derecho, entendido como “principio de gobernanza en que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se hacen cumplir”, es, salvo escasísimas excepciones, en este bendito país, una quimera.jagelias@gmail.com