La conmemoración este domingo del Día Internacional de la Mujer y el Paro Nacional contra la Violencia de Género del lunes 9 de marzo marcará un antes y un después en la larga lucha de grupos feministas en México que han alzado como nunca su voz.Los recientes feminicidios de Ingrid, asesinada por su pareja, desollada y mutilada, y el de la niña Fátima, de apenas 7 años, secuestrada de su escuela, violada, asesinada y tirada en una bolsa de basura, conjuntó y vigorizó el creciente reclamo que por décadas han desplegado colectivos de mujeres en un país con un profundo arraigo machista que ha oprimido a la mayoría de ellas a lo largo de la historia.La siembra del movimiento Me Too que, desde 2016 denunció abusos, acosos y violaciones de hombres de fama y de poder en contra de muchas mujeres, se expresó con una potencia inédita por la era de las redes sociales, y parece florecer y desembocar ahora con toda la fuerza, junto con la rabia provocada por la escalada de violencia que en México, tan sólo en el primer mes de este año, sufrieron 73 mujeres que murieron por feminicidio.En Jalisco las mueve también todo el dolor y la impotencia por ver el crecimiento de este delito que de 2018 al 2019 pasó de 26 a 54, es decir, una mujer asesinada sólo por ser mujer cada semana el año pasado. Sin dejar de señalar que al 31 de enero de este año se contaban ya mil 077 mujeres reportadas desaparecidas por el gobierno de Jalisco. Cifras que dejan claro que las alertas de género declaradas desde el 2018 en los municipios de El Salto, Guadalajara, Lagos de Moreno, Mezquitic, Puerto Vallarta, Tlajomulco de Zúñiga, Tlaquepaque, Tonalá, Zapotlán El Grande y Zapopan de muy poco han servido para detener las agresiones en su contra.A las marchas del domingo, en las que participarán muchas mujeres que no pertenecen a ningún movimiento u organización feminista para exigir justicia y acciones contra la violencia en su contra, esta vez se sumará el Paro Nacional del lunes 9 con el que buscan desaparecer para que se dimensione así su verdadero papel en las comunidades. Algo así pasó en Islandia en 1975, donde hartas de la desigualdad en derechos que padecían, su poca representación política y la violencia que sufrían, fueron las primeras en organizar “un día sin mujeres”. El 90 por ciento paró y colapsaron actividades productivas en el hogar y fuera de él. Cinco años después eligieron a su primera mujer presidenta y se convirtieron en un ejemplo internacional de igualdad de género.Este 8 y 9 de marzo las mujeres de México quieren andar ese camino, por eso habrá que estar muy atentos a sus reclamos para llevarlos ahora sí a la agenda y las acciones de los gobiernos que han estado más que desatinados en sus políticas públicas para dar respuesta a estas legítimas exigencias. Veremos.jbarrera4r@gmail.com