Utilizo esta dura metáfora porque me interesa que el lector promedio, no sólo políticos y grillos, comprendan qué ocurrió la madrugada del sábado en el Congreso de Jalisco.Sólo categorías porcícolas explican el desaseado y pestilente proceso legislativo para designar cuatro magistrados estatales y una consejera de la judicatura local.Estas designaciones son producto de la imposición y complicidad del inquilino de Casa Jalisco para designar perfiles basados en lealtades políticas. Así llegaron como magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa (TJA) estos perfilazos, cuotísimas y cuatísimos del gobernador y sus amigos. Abel Salgado Peña, ex priista, ahora emecista, y jefe de la Unidad de Enlace Federal y Asuntos Internacionales del Estado de Jalisco, cercano a Clemente Castañeda. Rosío Calzada Cárdenas, colaboradora e incondicional de Hugo Luna, ex jefe de gabinete estatal y ahora diputado federal plurinominal por MC. Y Paloma Romana Magallanes, cuota del PRI. Asimismo, fue ratificado el magistrado Avelino Bravo luego de que se alineó con los emecistas. De esta manera, los naranjas se blindan y capturan al TJA, encargado de resolver licencias, permisos, nulidades de carácter inmobiliario y sanciones por corrupción. Como magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco (STJEJ), los diputados eligieron a Damián Campos García, y como consejera de la judicatura a Martha Gloria Gómez Hernández, cercana al Grupo Universidad. Va un breve contexto para comprender qué pasó esa madrugada que debería indignarnos a todos. En las últimas semanas, el Congreso de Jalisco lanzó las convocatorias para elegir a tres magistrados del TJA, uno del STJEJ, y una vacante del Consejo de la Judicatura local.Un requisito central de esas convocatorias consistía en aplicar a los candidatos un examen de oposición y dictaminar como elegibles sólo los cinco con el máximo puntaje. Sin embargo, las convocatorias se entramparon por culpa de diversos amparos y expiró el plazo para elegir a los juzgadores. La noche del viernes, las y los diputados convocaron a sesión para aprobar la despenalización del aborto. Lo usaron como cortina de humo para evitar los reflectores de su siguiente maniobra: elegir a los magistrados por cuotas políticas. En un movimiento inédito, durante la madrugada, 28 de 38 diputados presentes dejaron sin efecto las convocatorias para elegir magistrados y publicaron unas nuevas. En estas últimas “respetaron” el derecho de los participantes de las convocatorias previas y, sin manifestación ni consentimiento de los mismos, los incluyeron en las nuevas. Todos estos acuerdos se publicaron en tiempo real en el Periódico Oficial de Jalisco, lo que ratifica la complicidad y operación del Ejecutivo estatal. Las y los legisladores sólo modificaron un requisito en las nuevas convocatorias: la obligación de elegir a los cinco mejor calificados en el examen de oposición. Salvo la consejera de la judicatura, ninguno de los elegidos estuvo entre los cinco mejor evaluados. Todavía quedan recursos legales de los participantes que podrían echar abajo los nombramientos. De ratificarse, estos cargos estarían vigentes hasta 2027 que debe aplicarse la elección popular de juzgadores a nivel local. Mientras tanto, las y los legisladores emecistas, ahora con la complicidad de algunos morenistas, priistas, Hagamos y Futuro, lo volvieron a hacer.La próxima vez que un diputado federal o senador emecista critique la reforma judicial porque “vulnera la independencia de los juzgadores”, esperemos que no se muerdan la lengua. jonathan.lomeli@informador.com.mx