La semana pasada en este espacio, comenté sobre algunas malas costumbres que tenemos como conductores y platiqué sobre la postura al volante, cómo mirar hacia adelante y por los retrovisores. Ahora quiero tocar el tema de los malos hábitos de la conducción en sí, que casi todos tenemos y que cambiar al menos algunos, puede evitar accidentes.Por más lógico que parezca, la primera recomendación es simplemente obedecer la ley. Si todos lo hiciéramos el tránsito vehicular sería mucho más fluido y habría mucho menos accidentes que reclamar. Las más comunes faltas son precisamente las más peligrosas, como el exceso de velocidad. La prisa o desesperación por llegar hacen que no se considere que aumentar la velocidad implica multiplicar el tiempo de reacción del vehículo, en algunos casos hasta lo imposible. Frenar un auto que viaja a 30 km/h con neumáticos y frenos en buen estado, con un piloto alerta y de reacciones rápidas, toma alrededor de tres metros. Si la velocidad sube a 60 km/h la distancia de frenado se multiplica por cuatro. A 120 km/h serían necesarios 48 metros para detener el mismo coche.Otra infracción muy común es no detenerse en las esquinas. En México hay una cultura que necesita ser erradicada urgentemente: las calles con “preferencia”. Como no hay una lógica común, ya que la misma calle puede tener “preferencia” sobre otras y no tenerla en un determinado crucero -que ni siquiera tiene que ser con una avenida- resulta un riesgo que implica accidentes con más frecuencia de la que debería. El sentido común, algo que sabemos que de común tiene muy poco, nos indica que debemos parar en cada esquina de las calles vecinales. Pero desafortunadamente exigirlo en un lugar donde muchos conductores tratan el semáforo como una sugerencia en lugar de una ley, resulta poco realista.No es necesario cometer una infracción para mostrar malos hábitos de manejo. Uno de los más comunes, sancionado en algunos países, es manejar demasiado cerca del vehículo de adelante. Según la página de Internet Arrive Alive (llega vivo) conducir muy cerca del vehículo frente a nosotros causa 30% de los accidentes en Sudáfrica, siendo responsable también de manera indirecta por otros 10%. ¿Cuál es la distancia correcta? En Colombia por ejemplo, la ley indica que en zonas residenciales y escolares se debe dejar 10 metros de espacio; entre 30 y 60 kilómetros por hora: 20 metros; entre 60 y 80 kilómetros por hora la distancia debe subir a 25 metros y a más de 80 kilómetros por hora, hay que dejar 30 metros de distancia del auto delante de nosotros.Otros hábitos parecen obvios pero muchos suelen pensar que aplican para los demás menos para ellos, como tomar alcohol y conducir. Aún si lo que se tomó fue aparentemente muy poco, si resultó suficiente para alegrar el espíritu también fue suficiente para disminuir la capacidad de concentración y de reacción, dos aspectos extremadamente importantes al conducir.Muchos piensan que el tema de conducir bajo la influencia del alcohol y otras drogas es “cosa de jóvenes” pero estudios hechos en la Unión Americana muestran que la edad de riesgo se encuentra entre 18 y 55 años de edad. Solo después de los 60 años el hombre parece entender los riegos de conducir luego de haber tomado algunas copas. Claro, el que llegó a 60 años es alguien que aprendió a sobrevivir. Otros no tendrán tanta fortuna. O inteligencia.Otro mal hábito son los movimientos bruscos. Acelerar, frenar y, más que nada, cambiar de dirección abruptamente, es muy peligroso. Mucho más si el conductor que lo hace no avisa a los demás sus intenciones, fallando al encender los luces de dirección.Me encantaría decir que lo platicado en la semana pasada y en esta es suficiente, que estos son todos los malos hábitos que tenemos en el volante y de los que tenemos que estar conscientes primero y luego actuar para el cambio, pero no es así. Entonces, lo seguiremos analizando la siguiente semana.