El resultado de la elección del domingo traducido a lenguaje llano, sin triunfalismo partidista, yo lo resumiría en tres frases: Va por México: “Perdimos sólo cuatro de seis, seguimos vivos… ¿seguimos vivos?”MC: “Ganamos porque antes no existíamos; ahora al menos existimos”. Morena: “Cuatro de seis entidades con sabor a seis de ocho para el próximo año, papá”. Esta elección sirvió como termómetro electoral para la presidencial de 2024, que aún tiene una antesala: la disputa el próximo año por Coahuila y el Estado de México, los dos últimos bastiones, casi centenarios, del PRI. En este contexto, revisemos el papel de la alianza Va por México y Movimiento Ciudadano frente a Morena. Primero, acabemos con el mito aliancista del prianismo y el emecismo: juntos no habrían hecho diferencia alguna si se trata sólo de sumar votos. El promedio de votación de Movimiento Ciudadano fue de 5.6% en las seis entidades en disputa. Salvo Quintana Roo, en donde obtuvo el 13%, en el resto de los estados sacó una votación entre 3 y 6%. Si sumamos el porcentaje de votos naranjas a la alianza opositora, en ningún caso les alcanza para ganarle a Morena. De 113 distritos locales en disputa, MC ganó… cero, ninguna alcaldía en Durango; ninguna curul en Quintana Roo. Su único mérito en esta elección, confesó involuntariamente Dante Delgado, fue que en anteriores contiendas no habían participado en cuatro de seis entidades en disputa y, ahora, al menos figuraron en todas. En el caso de Va por México, perdieron cuatro de seis gubernaturas, pero además se desplomó su votación, incluso en las entidades en donde ganaron. Entonces, ¿qué utilidad tiene una alianza entre Va por México y MC? Lo que el empresario Claudio X. González, auténtico líder del prianismo, quiere de MC, no son sus votos sino su candidato: Luis Donaldo Colosio Riojas. Esto ante la falta de una figura o liderazgo que cohesione a la coalición.Hace unos días, durante su visita a Jalisco, X. González remarcó que MC tiene un elemento “diferenciador, novedoso y de juventud” en la figura de Colosio Riojas, el único que le da pelea en las encuestas frente a Ebrard y Sheinbaum. Con el emecista, la alianza obtendría un “copete” competitivo -sabemos la relevancia en estos tiempos de un buen candidato más allá del color que representa. Pero a esa hipotética unión todavía le falta lo más importante: una propuesta de país más allá del factor aglutinante “todos contra AMLO”. De otra manera, no esperen en 2024 un resultado distinto al del domingo.
