Cada que abro el ordenador me recibe con una sonrisa, así era ella sonrisa pura. Compartimos aparte del gusto por las letras, lecturas y algunos programas radiales, la devoción por la puntualidad.Ahora entre ella y nosotros que la quisimos y la queremos tanto, queda otra puerta que no se puede cerrar, donde el tiempo ya no importa y desde donde sigue ostentando luz propia. No sé ustedes, pero yo recuerdo que hablaba con tal entusiasmo y vitalidad que se tropezaba con sus palabras, creo que lo que más nos gustaba de ella, era su propensión a estar siempre para los demás. Cuando nos enteramos por las redes sociales, de su partida “se nos fue el santo al cielo” esta frase coloquial, ayuda a expresar la manera en que el corazón de la comunidad literaria se heló de incredulidad ante la triste noticia. ¿Luz Olivares? ¿Lucecita, la conversadora siempre amena, sencilla y vital? Para nuestra sorpresa adelantó mucho su viaje, aunque en este su corto paso por la vida, lo que mejor hizo fue vivirla bien.¿Por qué estudió Turismo? Si le hicieron como yo esta pregunta, seguramente recordarán cuánto se reía al escucharla, nos dejaba la impresión que ni a ella le quedaba claro, un desliz… lo compensó cursando la Maestría en Letras de Jalisco por la Secretaría de Cultura de Jalisco. También atendiendo diferentes talleres de poesía. Inquieta como sabemos que era, coordinó al lado del poeta Mauricio Ramírez el taller “Maples Arce”; luego en 2015 ella inicia otro, el taller “Guillermo Fernández”, ambos en el Exconvento del Carmen. Cuenta su hermana Nelly, que desde niña fue una lectora ávida y que ya entonces cuestionaba lo que leía. Su inquietud por la palabra escrita se inicia formalmente junto a la maestra Gema Leticia Méndez Estrada en la prepa 11, es ahí donde ganó sus primeros premios.Otra de las cosas que creo, exaltaron nuestra admiración por ella fue la gran preocupación que sentía por los niños en situación de la calle, sobre todo de pueblos originarios, negociaba con las familias de estos niños para que se les permitiera equilibrar el tiempo que les requería vender pulseritas o papas con el estudio.Fruncía el entrecejo y se acomodaba sus lentes mientras relataba su frustración cuando no podía ganar otro niño para la escuela (Mamá, A.C.). Caminó mucho las calles de Guadalajara, en sus largas caminatas se protegía del Sol usando sombreros hasta convertirlo en un sello muy personal, como lo muestra la imagen (fotografía de Iliana Hernández). Ahora, ante esta puerta que no se puede cerrar quedan para todos nosotros su sonrisa y sus brazos abiertos.Luz Olivares. Segundo lugar en Poesía, Preparatoria 11 (2003). Primer lugar en Cuento Preparatoria 11 (2003). Premio FIL joven en la categoría de poesía (2004). Tercer lugar Premio Nacional de Literatura Joven “Hugo Gutiérrez Vega” (2014). Participó en lecturas de los miércoles literarios de Secretaría de Cultura. Sus poemas aparecen publicados en los libros de creadores literarios FIL joven (2004) y Veinte años de Creadores Literarios FIL joven. Tierras de Arce muestra del taller de poesía “Maples Arce”. Conductora del programa “La dosis literaria” al lado de Hilda Pedraza. Colaboradora en “Le Nous. Revista Cultural”.Aquí una muestra de su poesía: Mala LecheEscupió el cielo su mala lechey nos hizo perros melancólicos,aullamos,los perros originales se guardan el ladridoporque es lo único que ya tienen,los perros bravosya no son importantes para resguardar el mundo,¿Quién dijo que estoy soñando?el aire nos engañanos atraviesa la noche como un aúllo por el sueño, una melancolía irremediablenos cobija el perro miedo de despertar,pero hay que despertar,no debemos preocuparnosla mordida vendrácon nosotros todo el díade rabia melancólica nos moriremos los perrosy quedará la mala lecheen la hendedura de los huesos. EvidenciasAquí no hay bala, anunció, aquí no hay balaaquí trayectoria, aquí entrada y salidaimpactoaquí casquillo, aquí calibre, aquí orificioaquí no cartucho, aquí no gatillo, aquí no mirablancoaquí no cañón, aquí no uso exclusivo, aquí no cachaaquí no hay bala, anuncio, aquí no cuerpoaquí la evidencia y un crimen