La presentación que hizo ayer, a través de sus redes sociales, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, del ex panista Javier Lozano como vocero especial de este organismo empresarial “para la defensa del estado de derecho”, es una clara declaración de guerra al gobierno de la autollamada cuarta transformación, con el que nunca tuvieron una luna de miel, pero del que se distanciaron como nunca por las medidas económicas asumidas por Andrés Manuel López Obrador ante la pandemia del coronavirus.Este rompimiento ya se veía venir desde diciembre pasado cuando ante las críticas a los negociadores del T-MEC por el exceso de flexibilidad del gobierno mexicano en las letras chiquitas que hizo De Hoyos, AMLO lo descalificó desde su conferencia mañanera al afirmar que era “una especie de dirigente de un partido”, que no representaba a los empresarios y que más bien lo que buscaba era notoriedad para ser candidato a gobernador de Baja California “por un partido conservador”. Ese mismo día De Hoyos lamentó que el Presidente condenara a quienes disentían y rechazó el reproche presidencial al asegurar que defendía empleos y empresas, y que no buscaba candidaturas partidarias.Las hostilidades entre la Coparmex y el gobierno federal se reactivaron ante la negativa de incluir en la estrategia económica ante la emergencia sanitaria del COVID-19 el aplazamiento en los pagos de obligaciones fiscales y la entrega de apoyos directos a micro, pequeñas y medianas empresas, al grado de acusar a principios de este mes a López Obrador de emprender una campaña de estigmatización contra las grandes empresas para responsabilizarlas de la falta de apoyos públicos a las microempresas.El último choque se dio apenas este lunes que el líder de la Coparmex tronó contra el Presidente de la 4T al decirle que “no ayuda, ni se deja ayudar, pero sí miente” por sus reclamos al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por haber comprometido créditos privados a 30 mil micro y pequeños empresarios para mitigar los efectos de la pandemia.Es en este contexto de confrontación, que ayer De Hoyos justificó el nombramiento de Lozano por considerar que las decisiones del gobierno morenista “están comprometiendo la vigencia de las instituciones democráticas y republicanas” y porque el debate era fundamental “para evitar retrocesos”.La llegada del ex integrante del gabinete de Felipe Calderón como secretario del Trabajo, ex senador panista y vocero de la fallida campaña presidencial del priista José Antonio Meade, fue leída por los allegados y simpatizantes de AMLO como una clara provocación de la “derecha golpista”.Está, pues, en puerta un agravamiento de la polarización que ya se vivía en el país y que lamentablemente se ha profundizado por la emergencia sanitaria.jbarrera4r@gmail.com