En alguna de las primeras conversaciones con Pedro Kumamoto cuando intentaban desde una cochera construir una candidatura independiente coincidíamos en que el objetivo de éstas no era anular a los partidos sino confrontarlos y evidenciarlos para tener mejores partidos. Hoy los entonces llamados wikis anuncian que se lanzan a una nueva etapa, la construcción de un partido local en Jalisco, con todas las ventajas y riesgos que ello conlleva.Dar el brinco a la construcción de un partido era el paso para muchos inevitable después de la elección de julio en la que presentaron candidatos en ocho distritos locales, tres federales y el Senado. Aunque todas se construyeron como candidaturas independientes al final terminaron trabajando como grupo político unificado y pidiendo el voto por el arbolito. No lograron una sola victoria pues, aunque en algunos distritos fueron los candidatos más votados, las alianzas los descarrilaron. Tampoco lograron representación proporcional porque eso es privilegio solo de los partidos.Convertirse en partido le dará a este grupo de jóvenes más facilidades de acceso a los puestos de elección popular, pero también los meterá, inevitablemente, en la lógica del poder. La frescura y la fuerza del discurso antipartidos, dos de sus principales activos políticos, quedarán desde hoy enterrados y en el olvido. A partir de ahora la propuesta, como la de cualquier partido, tendrá que construirse desde el poder y para el poder y no desde las periferias y para las periferias, como lo venían haciendo.Las capacidad organizativa e imaginación política que han mostrado los jóvenes agrupados en lo que fue Wikipolítica y hoy pretende ser el partido Futuro Jalisco augura que lograrán el registro y muy probablemente los veremos en la boleta compitiendo distritos locales y federales en la elección del 21. El problema vendrá después. Si la elección polarizada del 2018 les afectó, la de 2024 será mucho peor, una elección de bloques donde no habrá espacio para partidos en solitario. Vendrán entonces las grandes decisiones de todo partido: la disyuntiva entre conservar el registro o mantener la identidad; aliarse con los que dices combatir o bajarte de la mesa de la política; ser como los otros o ser otro; representar los intereses de los electores o los del partido.El poder es el poder y lo único que no admite es candidez. Convertirse en partido político implica enterrar el pasado, con sus pequeñas pero significativas glorias, para construir un Futuro donde la única certeza es la dificultad de la real politik, en la que ser joven no basta, incluso a veces estorba.(diego.petersen@informador.com.mx)