Vladimir Lenin llamaba “idiotas útiles” a quienes le ayudaban a expandir su ideología a través del mundo occidental. De acuerdo con Paul Collier, aquellos que dicen trabajar por erradicar la pobreza, pero que al mismo tiempo se manifiestan en contra del libre comercio entre países pobres y ricos y a favor de las transferencias incondicionales a los gobiernos pobres, son simplemente idiotas.Paul Collier es un experto en temas de desarrollo que ha combatido en el campo de las ideas distintos mitos sobre la pobreza, que son muy convenientes para los políticos y los burócratas, pero altamente perjudiciales para las personas. Quiero comentar en este espacio su libro The Bottom Billion, una obra que ofrece interesantes perspectivas que van en contra de la “sabiduría” común en temas de pobreza.Entre los argumentos de Collier destacan los siguientes: (1) la democracia incompleta puede ser económicamente más nociva que una dictadura ―aunque en ningún momento defiende este sistema de Gobierno―; (2) las transferencias de recursos de los países ricos a los países pobres pueden ser contraproducentes; (3) por razones similares, la riqueza en recursos naturales puede convertirse en una maldición para los países subdesarrollados; (4) el libre comercio de los países pobres con los países ricos es bueno para los países pobres. En contraste, el libre comercio entre países pobres puede ser catastrófico y (5) el contrapeso más efectivo para evitar los abusos del poder es la libertad de prensa.Los países quedan atrapados en la pobreza por causa de una de cuatro trampas del subdesarrollo: (1) el conflicto armado; (2) abundancia de recursos naturales; (3) el aislamiento terrestre y (4) el mal Gobierno. Sólo las trampas (2) y (4) afectan mayoritariamente a Latinoamérica ―y de qué forma.De este libro se desprenden recomendaciones bien fundamentadas para utilizar efectivamente cuatro instrumentos para combatir el subdesarrollo: (1) estándares internacionales; (2) políticas comerciales; (3) transferencias financieras y (4) seguridad e intervención armada (para evitar casos de genocidio). En nuestro continente hay una gran oportunidad para utilizar la primera y la segunda clase de instrumentos. En mi opinión, no hay lugar para la intervención armada, bajo ninguna circunstancia. Sobre los pesos y contrapesos en una democraciaVale la pena abundar en este tema puesto que en América Latina corremos el peligro de terminar con democracias mucho menos que perfectas: este sistema de Gobierno debe ir más allá de las elecciones para garantizar el bienestar general. La democracia debe impulsar la transparencia, de lo contrario sólo propiciará el clientelismo que condena a los países al subdesarrollo ―por clientelismo el autor se refiere a la compra de votos por distintos medios.La democracia debe resolver adecuadamente dos preguntas: ¿quién debe acceder al poder? El que obtenga la mayor cantidad de votos. Y de igual importancia, ¿cómo debe ejercerse el poder? Con restricciones, a través de pesos y contrapesos. Los politólogos han identificado 17 contrapesos importantes y entre estos Collier destaca a las libertades de prensa y de expresión. La importancia de este factor explica la coerción ejercida en contra de los medios en ciertos países que tienden rápidamente hacia el autoritarismo: la primera medida de un dictador es silenciar a los medios independientes.Las restricciones al poder y la libertad de expresión de los ciudadanos, son de gran importancia para garantizar la calidad del sistema político y de los mismos participantes: la carencia de balances institucionales atrae a quienes sólo están interesados en la rapiña, desplazando a los políticos honestos. En palabras de Collier: “Donde el clientelismo es posible, la competencia electoral garantiza que el corrupto gane, con lo que llegamos a la ley del más ‘gordo’, no la del más apto para gobernar”.The Bottom Billion trata sobre las perspectivas de desarrollo para los países más pobres, pero en México, un país clasificado como de ingreso medio, tenemos mucho que aprender de este libro si realmente queremos erradicar la pobreza. Éste es un objetivo factible en el que todos nos debemos enfocar.Los invito a leer este libro.