El sexenio del presidente López Obrador llega este año a su fin. No dudo que a él o a más de uno de sus colaboradores les habrá parecido muy pocos los 6 años que habrán permanecido en el poder desde diciembre del 2018. Pero así es esto, lo que una vez empezó, llegará finalmente a su final en octubre de este año.Y en las numerosas evaluaciones que se harán de los resultados del gobierno, ya no habrá forma de esconderse de la realidad con los argumentos de que “falta tiempo para ver”, simplemente lo que fue su gobierno ya está hecho y no importará la propaganda o publicidad que repitan sus voceros.Uno de esos elementos a evaluar será el desempeño que tuvo la creación de empleos en el país. Pero no cualquier tipo de empleos, sino los empleos formales. Los que pagan impuestos y los que le permiten al trabajador gozar de prestaciones, vacaciones, aguinaldo y eventualmente, de una pensión. Si bien México es un país en la que el desempleo abierto es muy bajo, porque muy pocos se pueden dar el lujo de vivir sin trabajar, la inmensa mayoría de los mexicanos tenemos que trabajar para poder sobrevivir. Sea de manera formal o informal.Y así está el problema. Poco más de la mitad de todos los trabajadores en México viven con trabajos en la economía informal. Sin prestaciones ni derechos de ningún tipo. Entonces somos privilegiados quienes trabajamos para el sector formal de la economía.Y en aras de lograr reducir esta brecha entre los mexicanos formales con derechos y los informales sin ninguna protección o prestación, es que se mide la creación de empleos formales como un indicador importante.En concreto ahora ya podemos afirmar que este gobierno quedará a deber en este aspecto. La totalidad de mexicanos dados de alta ante el IMSS alcanzamos la cifra de los 22.5 millones de personas. Una cifra nunca vista.Sin embargo, la creación de empleos formales en el sexenio en México hasta el mes de diciembre llegaba a un millón 945 mil personas.Cifra modesta si se considera que en el gris sexenio de Peña Nieto la creación de empleos hasta su quinto año de gobierno era superior a los 3 millones 356 mil empleos.No solo el total de la creación de empleos formales es menor que en el sexenio pasado, sino que el gobierno actual no logró que recuperáramos el ritmo de creación de empleos que traía el país hasta antes del 2018.Es decir, mientras que en el sexenio de Peña Nieto la creación de empleos formales crecía a un ritmo promedio de 0.31 por ciento al mes, en el sexenio de AMLO apenas si promedió un crecimiento de la mitad: 0.16 por ciento.Al día de hoy, de haberse mantenido dicho ritmo el país no andaría en los 22.5 millones de mexicanos en la formalidad que tenemos hoy, sino que andaría casi en los 25 millones. La herencia de López Obrador en este rubro será de un déficit o faltante de 2 millones de puestos de trabajo en empresas privadas formales.En conclusión, en el tema del empleo formal, como en muchos otros que ya estaremos tratando en este espacio, este gobierno nos habrá quedado a deber.