Hace dos meses, pobladores de El Salto se reunieron con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semadet), Sergio Graf Montero, y le dijeron “de frente y textual: no tarda en incendiar la basurera”. Los pobladores pertenecen a la agrupación Un Salto de Vida y la “basurera” a la que se referían es el relleno sanitario de Los Laureles.Lamentablemente el incendio llegó la madrugada del lunes y todavía la tarde y noche del martes seguía encendido.Los Laureles es un relleno sanitario abierto desde 1996 de 74 hectáreas de extensión y es manejado por la empresa Caabsa Eagle, la cual tiene el contrato para la recolección y disposición de los residuos de Guadalajara (Violeta Meléndez, NTR Guadalajara, 8 junio de 2018).No es que los incendios forestales sean mejores, pero sí distintos a los incendios en basurales como Los Laureles. Ambos no deberían ocurrir y ambos son contaminantes. Pero en el caso de los basurales, a los humos de maderas y otros desechos, se suman “la emisión constante de gases contaminantes por la quema de residuos mezclados, además potencialmente nocivos debido a la presencia de metales pesados como níquel, cadmio y mercurio en el predio, incluso 38 veces por encima de lo permitido” (Violeta Meléndez, NTR Guadalajara, 16 abril de 2019).A pesar de la contingencia ambiental, los pobladores que viven a menos de un kilómetro de Los Laureles, lo que implica a vecinos que radican en la cabecera de El Salto, no fueron advertidos de los riesgos y mucho menos evacuados.Graciela González, de Un Salto de Vida, dijo en entrevista radiofónica que incluso hay un fraccionamiento de 2,000 viviendas recién inaugurado apenas a 200 metros de la entrada del basural.Si bien los efectos de los humos espesos y contaminantes que emite el incendio de Los Laureles se sienten en la Zona Metropolitana de Guadalajara, sus efectos son aún más duros para la población de El Salto y localidades aledañas.Entre pobladores de esta localidad hay molestia por la indolencia con que las autoridades han tratado sus quejas sobre el mal manejo que hace Caabsa Eagle del vertedero y de las constantes violaciones a las normas, causando daños ambientales.El 11 de marzo de 2016 en una inspección la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente se encontró con una celda clandestina por lo que se clausuró de manera parcial. En total Los Laureles tiene seis revisiones y cuatro multas que no ha pagado debido a que ha impugnado. Por si fuera poco, Los Laureles vierte los tóxicos lixiviados directamente al río Santiago, llevando consigo metales como el mercurio con niveles hasta 38 veces por encima de los internacionales límites establecidos (Violeta Meléndez, diario NTR Guadalajara, 8 de junio de 2018).Los vecinos de El Salto, Jocotepec, Tololotán, y Puente Grande tienen años denunciando el mal manejo de Los Laureles. En 2008 hicieron un cierre simbólico de la basurera exigiendo su clausura definitiva. En lugar de entender sus demandas, la empresa y las autoridades alentaron un enfrentamiento con los manifestantes. Aunque el enfrentamiento se evitó, la actitud de mantener un jugoso negocio a toda costa y que se lubrica con los podridos lixiviados nos ha llevado hasta ahora, con un basural que es un volcán contaminante a punto de hacer erupción. El actual incendio, que pudo prevenirse, es otra llamada de atención.
