A Enrique, mi hijo.Hasta los mejores están obligados a hacer las cosas siempre mejor. El piloto tapatío Checo Pérez ha dado en las dos más recientes carreras de Fórmula Uno una lección digna de ser considerada como una joya en talleres, cursos y seminarios de Autoayuda, Liderazgo, Superación Personal, etc.Para empezar, en el Gran Premio de Singapur, disputado el pasado 2 de octubre, las circunstancias que suelen jugar un papel fundamental en las competiciones deportivas le permitieron tomar la punta de la carrera y ya no soltarla.Y lo aprovechó de maravilla.Hizo según sus propias palabras la mejor carrera de su trayectoria en la Fórmula Uno manteniendo a raya a Charles Leclerc que no pudo rebasarlo y se quedó con el segundo lugar.Pero Checo fue más allá.Al conocer de buena fuente que un exceso de velocidad en un momento indebido le costaría una penalización de cinco segundos y eso podría costarle el primer lugar ante Charles Leclerc que corría a la misma velocidad, muy pegado, hizo un esfuerzo extraordinario y aún sabiendo que ya era líder de la competencia aceleró y aumentó la velocidad de tal forma que la diferencia con Leclerc del segundo lugar fueran más que esos cinco segundos.Y lo consiguió, la diferencia fue de siete segundos y aunque al final efectivamente fue penalizado el restarle los cinco segundos no significó perder el primer puesto y subir como campeón de Singapur al podio y escuchar el Himno Nacional Mexicano.Brillante.Y no sólo eso: ocho días después, en el Gran Premio de Japón, Checo llegó a la meta en tercer lugar, apenas unos segundos detrás de Leclerc que así le sacaría una ventaja más cómoda sobre el mexicano en lo que es el Campeonato Mundial de Pilotos.Pero en Japón fue Leclerc el que recibió una penalización de cinco segundos y como Checo cerró pegadito a él; se invirtieron los papeles y Pérez subió al podio en segundo lugar, consiguiendo los puntos suficientes para aventajar por la mínima a su rival en el Campeonato Mundial de Pilotos.Checo Pérez fue así recompensado por hacer las cosas mejor, y por obligarse a hacerlas todavía mejor.Todo puede ocurrir en el desenlace de este Campeonato en lo que resta del año, pero la lección de Checo Pérez de Singapur y Japón quedará siempre como gran enseñanza.Sencillamente brillante.