El sábado de esta semana (09 de marzo) estará en Guadalajara el Presidente de República, Andrés Manuel López Obrador. En la agenda que se ha dado a conocer sólo figura un evento masivo en la Plaza de la República, a un costado de Avenida Chapultepec. La expectativa es grande porque además del evento político -que evidentemente lo es-, el Mandatario debe confirmar apoyos adicionales para el Estado, entre éstos el respaldo económico para la conclusión de la Línea 3 del Tren Ligero.Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco, ha respetado la visita del Presidente como espacio políticamente correcto para que se confirmen apoyos adicionales al Estado. Cabe suponer entonces que para una ocasión previsiblemente feliz, ambos estarán juntos en esa convivencia con el pueblo. ¿O preferirá el gobernador no estar presente?Aunque parezca una nimiedad, hay motivos de forma y de fondo que están haciendo difícil la agenda conjunta de los dos gobernantes para ese día.Y es que durante las giras presidenciales, suele ocurrir que el gobernante local es tratado con rechiflas e insultos… y eso no le gusta a ningún político con carrera y aspiraciones, especialmente si es el anfitrión del evento.Lo que no pasaría de ser mera anécdota, alcanzó este lunes carácter de Estado. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) denunció en redes sociales, con fotografía de por medio, que el Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tiene instrucciones por escrito para sus seguidores, de manera que si en un mitin con el Presidente está presente un gobernante de otro partido, deben abuchear y repudiarlo ruidosamente, y por el contrario, lanzar porras y vítores para López Obrador.La presidencia del partido negó rotundamente que eso sea verdad y rechazó la autoría del documento que supuestamente circuló en Hermosillo, Sonora. La dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, acusó de inmediato que se trata de “guerra sucia”, pero para su sorpresa, el mismísimo presidente López Obrador reconoció que efectivamente sí ocurre que organizan rechiflas para los gobernadores de oposición. Al menos, según reconoció, eso sucedió durante un encuentro con el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo.El recién elegido dirigente de Morena en Jalisco, Hugo Rodríguez, asegura que lo difundido por el PRI es una operación política “tóxica”, y ante la visita del Presidente para el sábado próximo, impedirá que se haga obligatoria la asistencia de simpatizantes o militantes de Morena, pues hay rumores en ese sentido.Será la primera prueba para Rodríguez, que será dirigente formal de Morena en Jalisco al menos hasta noviembre de este año, cuando deberá efectuarse una elección interna en el partido para completar la estructura. Cabe preguntarse si en la organización y operación de esta visita presidencial está en acuerdo con el delegado general Carlos Lomelí.Gobernar a México es un reto plagado de problemas complejísimos que además tienden a complicarse con el paso de los días. Sorprende que muchos colaboradores del Presidente López Obrador contribuyan a hacer más difícil la tarea en lugar de apoyar lo que él les pide, que dejen de ser “infantiles” y revanchistas.¿Se arriesgará Alfaro a una rechifla? La opción está abierta: el Presidente ofrece reunirse con él en privado.