Sin duda el balance es positivo para la primera mujer Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo en el día de su toma de protesta y en lo planteado en general en sus mensajes pronunciados dentro y fuera de la Cámara de Diputados.Entre lo bueno está desde luego que la llegada tanto del Presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, como de la Presidenta entrante, a San Lázaro, se haya dado sin mayores sobresaltos y con una Oposición que mostró civilidad y tolerancia política, pese a la escalada en la polarización política que se dio en el último mes con los temas de la sobrerrepresentación política y la aprobación fast-track de las primeras reformas constitucionales del “Plan C”, entre las que destaca la del Poder Judicial, a la que Sheinbaum ratificó ayer todo su respaldo. Pero sin duda, lo más notable fue la parte final de su discurso luego de su abanderamiento, con el que destacó la relevancia de su llegada a la Presidencia de la República para la lucha que dieron generaciones y generaciones de mujeres para lograr la equidad de oportunidades y la lucha contra el machismo que persiste en México. La importancia que dará a las políticas por la agenda feminista durante su gobierno quedó clara en una buena parte de los 100 Compromisos de Gobierno que planteó ante sus simpatizantes en el Zócalo de la Ciudad de México.Habrá que destacar también su decisión de viajar hoy a Acapulco, cuya población ha sido golpeada nuevamente por el huracán John. Debido a que esta decisión contrasta con la postura de su antecesor de no acudir para no poner en riesgo “la investidura presidencial”, el anuncio además de mostrar más empatía con los afectados, lanza también una incipiente señal de independencia ante “la sombra de AMLO” en la que muchos la ven atrapada.Al igual que López Obrador en su toma de posesión, Sheinbaum evadió reconocer el creciente problema de los grupos del crimen organizado en el País, y toda la violencia que generan, más allá de expresar que no repetiría la “guerra contra el narco”. Con la cifra récord de casi 200 mil homicidios en el pasado sexenio de la 4T, fue desconcertante no escuchar algo distinto al discurso de que atacando las causas se resolverá la crisis de inseguridad y violencia, como lo decía AMLO, sin que así haya ocurrido. Este tema debe ser prioritario y en el que Sheinbaum debe dar pronto un golpe de mesa.Lo feo se lo lleva López Obrador, quien tuvo la descortesía de no saludar cuando llegó a la máxima tribuna de San Lázaro, a la Ministra Presidenta del Supremo Tribunal de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, con la que tuvo diferencias desde el primer momento en que se convirtió, también, en la primera mujer en representar al Poder Judicial Federal, mismas que se convirtieron en la principal motivación de la reforma al Poder Judicial que dejo al País en una gran incertidumbre.jbarrera4r@gmail.com