Los ecos y las reacciones, que se dan en público y en privado, luego de la detención de José Manuel “S”, mejor conocido como el “Manu Vaquita”, y a quien la Fiscalía estatal acusa de haber colaborado en asesinato del ex gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, llegaron ayer a la rueda de prensa mañanera del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).Tocó al subsecretario de Seguridad Pública del gobierno federal, Ricardo Mejía Berdeja, revelar más de las conexiones de este reconocido relacionista público que se rozaba con figuras de la farándula, del deporte y hasta de la política (están ahí las fotografías con el gobernador Enrique Alfaro y con la esposa del gobernador de Nuevo León, Samuel García, por ejemplo), con miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación, a los que desde abril del año pasado la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Departamento del Tesoro estadounidense habían señalado como responsables del crimen en Puerto Vallarta del ex mandatario estatal.El interés en el caso mostrado ayer por este funcionario federal parece ir en consonancia con el mostrado por el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch, descendiente de la familia jalisciense García Paniagua, quien en junio del 2020 sufrió un macro atentado que atribuyó a este mismo grupo delincuencial.Como lo comenté aquí el lunes pasado, Harfuch puso especial atención en la solicitud que hizo la Fiscalía de Jalisco para lograr la detención del “Manu Vaquita” en la Ciudad de México, en donde también lo investigaban por sus presuntas actividades de lavado de dinero en bares, restaurantes y gasolineras. Ayer el subsecretario de seguridad del gobierno de la 4T reveló el nombre de Saúl “N”, alias “El Chopa”, a quien ubicó como uno de los líderes del CJNG, quien dijo, también tenía relación con el socio del bar “Distrito 5” donde ocurrió el asesinato, y a quien sus empleados acusan de dar la orden de dejar entrar a los presuntos asesinos materiales del ex gobernador al bar, sin inspeccionarlos y sin cumplir el código de vestimenta, y luego de que lo mataron, obligarlos a limpiar la escena del crimen y exigirles que dijeran que no vieron nada cuando les preguntaran sobre lo sucedido.Mejía indicó, apoyado en videos del día del crimen, que “El Chopa” aparece sentado a un lado de Aristóteles Sandoval, para luego salir y reunirse en una farmacia cercana con quienes tripulaban un auto que fue visto durante la balacera en el exterior del bar.Esta revelación del subsecretario de Seguridad en la mañanera causó más que inquietud en Puerto Vallarta, más aún en la cárcel donde tienen recluido al “Manu Vaquita”, por el temor a que, por su vínculos con la mafia, intenten algún rescate.De ese tamaño fue el impacto de la aparición del caso Aristóteles y del “Manu Vaquita”, único detenido por el magnicidio, en la mañanera de AMLO.jbarrera4r@gmail.com
