En el día uno, Pablo Lemus, el alcalde tapatío con licencia en busca de la gubernatura de Jalisco, inició bien con la operación cicatriz, que le es indispensable para conjurar los riesgos de que sus detractores internos del partido Movimiento Ciudadano mantengan las hostilidades y promuevan una eventual contracampaña de “brazos caídos” para torpedear su futura campaña electoral.De entrada, luego de su registro como precandidato en la sede nacional del partido Movimiento Ciudadano (MC) y tras recibir su constancia de haber cumplido con todos los requisitos establecidos por la convocatoria, Lemus fue generoso en sus comentarios para el gobernador Enrique Alfaro, del que nunca fue su favorito, al expresar que para él “además de ser su amigo, es un gran líder (...) mi respeto, mi admiración, mi amistad al liderazgo de Enrique Alfaro”.Tuvo reconocimientos también para las y los militantes emecistas que le disputaron por diez meses la postulación naranja a la gubernatura, y que lo acompañaron a su registro como la senadora Verónica Delgadillo y el alcalde de Tlajomulco, Salvador Zamora.Agradeció también la confianza y el apoyo al líder de los senadores naranjas, Clemente Castañeda, quien apenas el jueves pasado se bajó de la contienda interna y quien no se presentó al registro, como tampoco lo hizo el gobernador, ni Alberto Esquer, secretario de Asistencia Social, otro que buscó esa candidatura.Aunque no estuvo mencionada en los comunicados emitidos por el equipo interno del precandidato, también acompañó a Lemus la diputada federal Mirza Flores, a quien en 2018 el hoy aspirante al Ejecutivo estatal no respaldó en su intención de ser candidata emecista a la alcaldía de Zapopan, espacio en el que logró imponer a su cercano colaborador Juan José Frangie, quien busca ahora la reelección, también con muchas resistencias internas de algunos emecistas. Habrá que ver qué tanto eco y apertura recibe en reciprocidad a este discurso entre la nomenclatura y los cuadros dirigentes del emecismo en los que persiste la inconformidad por el hecho de que la principal candidatura en juego en Jalisco en el 2024 no hubiera recaído en alguno de los suyos.Por lo pronto, Lemus consiguió mantenerse como candidato único al no registrarse ningún otro aspirante ante la Comisión de Candidaturas en las oficinas centrales de MC, como algunos señalaban que podía pasar ante algunas reacciones de desacuerdo que se dieron la semana pasada que se dio a conocer el acuerdo que favorecía a Lemus.Desde ayer, el alcalde tapatío con licencia hizo lo propio para llegar a la campaña que inicia en marzo, no sólo como candidato único de MC sino como un verdadero candidato de unidad del partido naranja.