Lamentablemente, una vez más ha quedado de manifiesto que el representativo de México otorga ventajas a sus rivales en la Serie del Caribe, desde incluso previo al arranque de la competencia, es decir, a partir del momento en que, por capricho, por intereses económicos o por razones diversas que no quedan del todo claras, se determina que el equipo campeón de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) no sea el que nos represente, sino solo una parte representativa de éste y el resto del roster se cubra con peloteros de los demás conjuntos que conforman el circuito.La 65va edición de la Serie del Caribe que culminó el pasado viernes con la coronación de los Tigres de Licey de República Dominicana, fue un certamen más al que no acude completo o al menos con una proporción mayor el equipo campeón de la LMP. El seleccionado de 28 peloteros que se presentó en la justa caribeña celebrada en las ciudades de La Guaira y Caracas, Venezuela, apenas contó con 9 jugadores de Los Mochis, campeón de la temporada 2022-2023, y el resto, más de dos tercios del representativo azteca, eran procedentes de otros equipos.No se puede negar que a pesar de ello, el conjunto mexicano logró por un momento ilusionarnos con que podría llegar más lejos de la Semifinal y pelear por traer a casa su título número 10. Sobre todo después de la primera fase, la cual terminó con foja de 5 juegos ganados y 2 derrotas; habiéndose impuesto a los favoritos República Dominicana, Colombia y Venezuela, sin hacer menos a Cuba y Panamá. La sorpresa fue su derrota ante Curazao, considerado quizá como el conjunto más débil, y luego cuando ya había amarrado su pase a la etapa Semifinal cayó también inesperadamente frente a Puerto Rico.Ya en Semifinales no pudo con República Dominicana, a la que había vencido en la fase inicial, y quedó eliminado. Apenas le alcanzó para regresar con el tercer lugar como premio de consolación tras vencer a Colombia.Pese a no alcanzar el objetivo del título, se debe hacer un justo reconocimiento a la gran labor del mánager venezolano José Moreno “El Ché”, quien aceptó dirigir al equipo mexicano aún cuando sólo pudo llevar a nueve de los jugadores que logró coronar campeones con Los Mochis y debió coordinar y armonizar el desempeño de un equipo armado al vapor. Tanto él como los coaches debieron improvisar para sacarle el mejor provecho a cada uno de los peloteros que integraron el equipo que representó a México, lo mismo nacionales que foráneos y de los cuales sólo conocían plenamente a nueve.La realidad es que se desconoce cuál sea el fondo del asunto, es decir, por qué desde hace años no acude a este tipo de certámenes el equipo campeón completo y es una Selección parchada la que nos tiene que representar.Ojalá quienes toman las decisiones en LMP hagan una revisión a conciencia de lo ocurrido y tomen en serio este tipo de competencias a donde México no solo puede seguir acudiendo como un equipo más del montón, siendo que debiese ser un adversario al que se le respete y se le considere siempre un favorito al título. No hay que perder de vista que ya son siete años desde que México ganó su último título de Serie del Caribe y lo hizo en 2016, teniendo como sede Santo Domingo, República Dominicana, con los Venados de Mazatlán que se coronaron teniendo en su roster de 28 peloteros una gran mayoría de integrantes del conjunto campeón. ¡Por algo será!