A veces pareciera que el disgusto del presidente López Obrador y de Morena con la legalidad y las instituciones no es algo superficial, sino que tiene raíces profundas.Para encontrarlas hay que remontarnos en la historia e ir hasta el triunfo de la Revolución Rusa en 1917.Aunque supuestamente ese movimiento derivó de la ideología de Carlos Marx, surgida en Europa en el siglo XIX, en realidad, de no haber sido por la Revolución Rusa de 1917 el marxismo habría sido una doctrina que hubiera quedado en el olvido.Quien realmente convirtió la visión de Marx en una fuerza poderosa en el mundo fue Vladimir Ilich Ulianov, mejor conocido como Lenin, con el triunfo de la Revolución Rusa que encabezó.Los bolcheviques llegaron al poder después de que había ocurrido una revolución democrática que había derrocado al absolutismo ruso en marzo de 1917.Los bolcheviques eran un pequeño partido que se había sumado a ese movimiento y que, sin embargo tuvieron la capacidad para hacerse con el poder meses después, en medio de la crisis producida por la Primera Guerra Mundial.La visión de Lenin era que lo que él llamaba la democracia burguesa, era sólo una de las vías que habría de utilizar el partido de la clase obrera para hacerse con el poder y establecer la llamada dictadura del proletariado.La democracia occidental tal y como la conocemos, era, para la visión de Lenin, sólo otra forma de dominación de la burguesía.La visión bolchevique consideró siempre que la participación en las elecciones y en procesos asociados a la llamada democracia eran un medio.La derrota del comunismo y el derrumbe del bloque soviético en 1989 no implican necesariamente el fin de su ideología.En el mundo persistió al menos de manera implícita la visión de algunos radicales que veían a la “democracia burguesa” como un instrumento para hacerse con el poder y no como el mecanismo de las sociedades modernas para procesar las diferencias y organizar el gobierno.En la coalición de fuerzas políticas que impulsaron el triunfo de Andrés Manuel López Obrador hay algunos grupos que tienen esa visión, a diferencia de quienes ven el triunfo del año 2018 como un fruto de la lucha por la democracia en México.Como los bolcheviques en 1917, algunos radicales consideran que el triunfo electoral del 2018 fue solamente un medio y que ya con la izquierda en el poder hay condiciones para establecer lo que denominan una democracia popular donde las instituciones como el INE estorban. Por eso, plantearán una reforma que modifique la naturaleza de las leyes e instituciones electorales.Esa visión considera que el Estado de Derecho es en realidad una expresión del dominio de una clase sobre otra. Es decir, considera que las leyes vigentes están hechas para servir a las clases dominantes y por esa razón, con frecuencia no se sienten obligados a cumplirlas.No todos en Morena piensan así pero hay grupos que tienen esta perspectiva y están cerca del presidente de la República.