Las propuestas económicas que el candidato republicano Donald Trump ha expuesto en la actual campaña se presentan en discursos largos y frecuentemente desordenados, cuyo principal objetivo parece ser agitar a su base electoral. Entre sus propuestas más constantes destaca la imposición de aranceles a los productos importados. Recientemente, en Detroit, insistió en la imposición de aranceles a productos provenientes de China. En su discurso afirmó: «Vamos a ir con todo, y vamos a imponer aranceles del cien por ciento, incluso del ciento cincuenta por ciento». Refiriéndose a los automóviles fabricados por empresas chinas en México, enfatizó: «Impondré los aranceles que sean necesarios, el cien por ciento, el doscientos por ciento, el mil por ciento».Muchos argumentan que estas promesas de campaña rara vez llegan a concretarse. Sin embargo, en el caso de Trump, es prudente tomarlas con seriedad, dada su capacidad de implementar políticas drásticas en su administración pasada. Desde el inicio de su campaña, el expresidente ha mantenido una línea consistente hacia México, enfocándose en dos promesas principales: aranceles a las importaciones mexicanas y deportaciones masivas. Además, ha propuesto eliminar créditos fiscales y otros incentivos para la compra de vehículos eléctricos, lo cual podría afectar directamente las exportaciones mexicanas en el sector automotriz y de manufactura.Por si fuera poco, Trump ha expresado repetidamente su derecho a influir en las decisiones de la Reserva Federal, una institución que por mandato debe permanecer independiente de influencias políticas. Su intervención podría afectar las tasas de interés, generando un impacto negativo no solo en la economía estadounidense, sino también en otras economías, incluida la mexicana.Si Trump llegara nuevamente a la presidencia, la imposición de aranceles dañaría no solo a México, sino también a otros socios comerciales y aliados que podrían responder de manera similar, profundizando la tensión comercial global. Aunque no es lo mismo imponer un arancel del 10 % que uno del 100 %, en el caso de México, cualquier incremento de este tipo coincidiría con una revisión pendiente del Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), programada para los próximos meses. Si bien esta revisión es formalmente un análisis de desempeño y no una renegociación completa, Trump podría aprovecharla para incluir otros temas críticos, como la posible deportación de miles de trabajadores, muchos de los cuales serían mexicanos.Según el análisis de firmas financieras como Moody’s, un escenario en el que Trump amplíe permanentemente los recortes fiscales, realice deportaciones masivas y aplique aranceles generalizados del diez por ciento, además de un sesenta por ciento a productos chinos, llevaría a un crecimiento promedio anual del PIB de solo el 1.3 % entre 2024 y 2028, muy por debajo del 2.8 % registrado bajo la administración de Joe Biden. El Penn Wharton Budget Model estima un impacto menor, pero aún negativo: en 2034, el PIB sería un 0.4 % inferior, y el volumen de deuda incrementaría en un 9.3 %. Estos datos reflejan un escenario en el que el cumplimiento literal de las promesas electorales de Trump resultaría en un impacto económico negativo considerable.A esto se suman propuestas geopolíticas que agravarían el panorama global, como abandonar el apoyo a Ucrania y a la OTAN, mejorar sus relaciones con Putin, y fomentar una alianza militar entre Israel y Arabia Saudita para enfrentar a Irán. Estas posturas podrían elevar las tensiones militares, llevando a varias regiones a un estado de confrontación. Para México, una escalada en la actividad militar aumentaría la presión para alinear su estrategia de defensa con la de Estados Unidos y podría requerir mayor inversión en tecnología militar de punta para proteger sus fronteras terrestres, marítimas y aéreas.Por todo esto, el resultado de las elecciones del próximo 5 de noviembre tendrá un impacto determinante en el panorama económico y político de México. La elección de Trump podría no solo cambiar el rumbo de Estados Unidos, sino arrastrar a México y al mundo hacia una ruta de incertidumbre.luisernestosalomon@gmail.com