Mal pintan las cosas para el paro de mujeres programado para el próximo lunes 9 de marzo.Agentes externos e internos se conjugan para diluir el efecto que todavía hace unos días pintaba prometedor y elocuente.Para empezar, el morbo y la sicosis alrededor del coronavirus chino y su llegada a México han arrebatado la atención en los principales medios de comunicación y en la emoción de las mujeres que planean hacer sentir su ausencia.Ese sería un agente externo, pero afecta la emoción con la que se preparaba el paro.Internamente el paro iba a competir contra la saga del fantástico espectáculo que ha montado el presidente López Obrador alrededor del avión presidencial. Precisamente ese día es cuando arrancaría a nivel nacional la venta de los cachitos para el sorteo que se llevará a cabo hasta el 15 de septiembre, y en el que se repartirá entre los ganadores el monto equivalente al valor del avión de la presidencia.El presidente cambió la fecha al martes, para “no provocar”, pero seguirá dándole al tema.Vaya que le ha sacado raja López Obrador al circo del avión. Y conocedores del menosprecio que tiene hacia los temas relacionados con feminismo y reivindicaciones de género, seguramente preparará más shows alrededor del avión, precisamente esa semana. Habrá que ver.Pero la paradoja más seria de las que se vivirán el próximo lunes es la que acompaña a las propias mujeres en México.Es un hecho que aquellas empresas, organismos y entidades que han manifestado apoyo a que sus mujeres paren sin sufrir afectaciones económicas, son lugares en donde ya existe cierta conciencia de género, donde se valora y valida la diferencia, y aunque no se da la oportunidad a las mujeres de competir como iguales, sí son lugares abiertos a la discusión y el análisis.Ahí habrá espacio para la reflexión.El problema está en todos aquellos negocios y empresas (que suman la enorme mayoría, y que emplean a la mayoría de las mujeres) que lejos de considerar la posibilidad de apoyar el paro, ya amenazan directa o veladamente a sus trabajadoras con sanciones y descuentos si osan faltar el lunes.Y son la gran mayoría.Ahí en ese enorme sector están todas esas mujeres que tienen una urgente necesidad del salario, y que no se pueden dar el lujo de perder ese dinero, o ser sancionadas.Son las obreras, despachadoras, trabajadoras en general que veremos laborando el día completo, como cualquier otro día.Y la gran paradoja es que son precisamente esos lugares donde calaría mucho más profundo su ausencia, pero que el próximo lunes, como masa silenciosa, trabajarán total y cotidianamente.