Si en noviembre pasado sorprendió y desconcertó a propios y extraños que el gobernador Enrique Alfaro diera por resuelto el asesinato de su antecesor en la titularidad del Poder Ejecutivo de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval, la ligereza con la que volvió a soltar esa afirmación esta semana abrió nuevas dudas del nivel de prioridad y grado de interés que tiene su administración en llegar a la verdad de los motivos del magnicidio.Y es que el mandatario estatal insistió el lunes que el caso está esclarecido por tener los videos donde se ve quién lo mata y cómo lo hace, por lo que sólo hace falta cumplimentar sus órdenes de aprehensión. Desde su postura no importa que no se sepa quién fue el o los autores intelectuales ni los motivos por los que ordenaron asesinar al ex gobernador. Si bien la hipótesis del gobierno mexicano y del de Estados Unidos es que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) está detrás de la ejecución, lo que no se sabe es el móvil, es decir, si fue por alguna detención durante su gobierno que hubiera afectado los intereses de ese grupo mafioso, si fue por no cumplir algún acuerdo o si fue por motivos personales, por algún encargo político o económico, entre otras causas que pudieran existir. Mientras esas preguntas no tengan respuesta, el caso seguirá abierto y sus asesinos gozando de impunidad.De hecho, aunque en noviembre pasado su todavía fiscal, Gerardo Octavio Solís Gómez, inicialmente respaldó que el caso estuviera resuelto, semanas después aceptó que las investigaciones seguían abiertas y mencionó por primera vez que la delincuencia organizada podría haber orquestado el homicidio de Sandoval. Por eso la primera duda es saber qué piensa su sucesor, el fiscal Joaquín Méndez Ruiz.Aunque no es el único caso en el que ha querido resolver diversas problemáticas que persisten en el estado, por decreto, esta vez resulta inexplicable que Alfaro insista que el asesinato del ex gobernador está resuelto luego de la detención del “Manu Vaquita”, y toda la serie de hechos que se desencadenaron en Puerto Vallarta, donde ocurrió el crimen el 18 de diciembre de 2020, luego de que desde la mañanera presidencial se reveló hace una semana que Saúl “N”, alias “El Chopa”, líder del CJNG en el destino turístico, estuvo la noche del crimen en el bar y salió a contactar a los ejecutores.Otra de las dudas surge cuando el gobernador afirma que la detención y muerte justamente de “El Chopa” el viernes pasado era un “asunto de otra índole” que correspondía explicar a la Guardia Nacional y a las autoridades federales. Aquí la pregunta es, entonces, si pese a saber que “El Chopa” era un posible autor intelectual, la Fiscalía estatal le seguía o no la pista.Si la respuesta es no, la otra incógnita es si la Fiscalía estatal ya tiene cerrada la investigación y la dejará en manos del Ejército y del gobierno federal para que sean ellos los que sigan las nuevas pistas sin resolver y de verdad se intente esclarecer el caso. Veremos. jbarrera4r@gmail.com