Con el asesinato la tarde de ayer de Fredid Román Román, reportero y columnista de varios medios de comunicación en Chilpancingo, la capital de Guerrero, en pleno centro de esa ciudad, suman ya 15 los periodistas ultimados en lo que va del año, situación que enrarece y crispa aún más la sensación de inseguridad de la crisis desbordada de violencia que padece el país.Esto sin contar la muerte de los cuatro trabajadores de la radiodifusora Megaradio que fueron acribillados el 11 de agosto en Ciudad Juárez, Chihuahua, mientras hacían un control remoto de una pizzería, como parte de las agresiones directas que hizo el cártel de los Mexicles a la población, en venganza por las supuestas agresiones a dos de sus sicarios en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso) número tres.Así, son ya 45 los periodistas asesinados en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, tiempo en el cual, lejos de ajustar y corregir las fallas de los sistemas de protección para los comunicadores que han recibido alguna amenaza por su trabajo, se han relajado al grado que más de la mitad de los caídos estaban adscritos al programa de protección que en teoría les daba el gobierno federal, pero que a final de cuentas de nada les sirvió.Por eso lo que menos se espera, es que, como lo dijo a principios de año, tras el asesinato de Margarito Esquivel Martínez, del semanario Zeta de Tijuana, el Presidente no quiera minimizar este grave problema reprochando a los “zopilotes” de sus adversarios, que aprovechan las agresiones a los periodistas para “atacar a su gobierno”.Más que esa evasiva, López Obrador está obligado a plantear hoy en su rueda de prensa mañanera qué acciones emprenderá su gobierno para que cese la violencia contra periodistas. Y es que el gobierno de la 4T tiene una gran asignatura pendiente en la defensa del trabajo de los periodistas, y prueba de ello es que las agresiones mortales a los profesionales en esta materia que van en su sexenio están por superar las 47 que hubo en el sexenio de Enrique Peña Nieto y a los 49 que mataron en el de Felipe Calderón.Urge también hacer un balance para saber cuántos de los autores materiales e intelectuales de estos asesinatos de periodistas han sido detenidos tras las investigaciones y en qué grado se han abatido los altos grados de impunidad que siempre han existido contra estos agresores. Según reconoció la propia Secretaría de Gobernación, en su más reciente corte, 9 de cada 10 de estos homicidios están sin esclarecer, lo que, insisto, es el mayor estímulo para que los “mataperiodistas” sigan cometiendo sus crímenes y atentando así contra la libertad de expresión y la democracia en México.jbarrera4r@gmail.com