Ahora que, la mayoría de vacunados hasta ahora afirman que fuera del gentío a vacunar, el personal es muy amable, aunque como buenos nacionales no se les da mucho lo de la puntualidad, por lo que en principio aquello pintaba para ser un caos, pero quedó todo en un simple desmadre al empezar tarde, acumulando a una multitud cercana a las mil personas que, después de varias horas en el rayo del sol, estaban encamotadas por el calor, hambre, sed de justicia, entre otras formas de sed y, lo peor, ganas de hacer del cuerpo, que usted coincidirá conmigo que cuando siente que se vienen las aguas mayores es cuando no hay remedio y más de algún incidente de ese tipo tuvo lugar entre los recién vacunados.Sin descontar la amabilidad del personal actuante, amabilidad incluso de los soldados, que a quienes no estamos acostumbrados a verlos francamente nos dan miedo, aquello fue como podía esperarse y estuvieron amables. A la salida preguntaron al tío que qué vacuna le pusieron y él, sin estar muy seguro de cuál era, contestó que creía que su vacuna había sido la electoral.Pero eso fue lo malo. Entre las cosas buenas, además de ya estar vacunado contra la peste, está que en tantas horas de espera y en plena primavera se iniciaron algunos amasiatos entre los chicos y chicas asistentes a la vacunación; la “florería” del estado, que anda tan mal en arrestos porque siempre “se le van” los delincuentes y como tenemos el problema que las cámaras del C5 ya cumplieron su destino al entregar a alguien comisiones por la compra, pues no filman nada y hay quien dice que todas -cuando funcionan- traen grabadas películas de Capulina, pues ellos hicieron arrestos, claro, nada más para morderlos y que entregaran su óbolo.Tolito no fue el único al que se le ocurrió llevar tequila, hubo tantas marcas que expertos en la materia levantaron un censo de las mismas y todos elogiaron a llenar que ni la vacuna ni el personal tuvieran ningún conflicto de coexistencia con el nobilísimo jugo del mezcal, opinando muchos de los asistentes que así debía ser todo el mundo médico, sin contraindicaciones.Otro gran éxito gubernamental en la vacunación, éxito de los gobiernos locales a los que ya dije que los federales no los pelan, fue la promoción económica, ya que la señora que vendía tamales a los aspirantes a vacunados tuvo que repostar cuando menos en cuatro ocasiones las existencias del producto, porque toda la raza le entró en serio y sin cubrebocas a la tamaliza, y la comerciante agradeció la promoción económica del gobierno del estado poniendo unas bellas fotografías del señor gobernador en pose de regaño, ya que afirmó que con días de venta como los días de vacuna acepta entusiastamente los regaños del gobernante.Con esos sucesos transcurrió la vacunación de betabeles en el estado y quedó hecha la formación para la segunda dosis de la misma, en el entendido de que incluso podría organizarse como atractivo adicional algún festival alimenticio adjunto.@enrigue_zuloaga
