Los poderes públicos federales y de Jalisco y Guanajuato están a punto de traicionar, una vez más, a los pobladores de Temacapulín y a cientos de miles de pobladores de Los Altos de Jalisco, incumpliendo su promesa de revisar junto con ellos el megaproyecto hidráulico de la presa El Zapotillo y la abandonada obra del acueducto a León.Todo indica que esta semana se ajustaron las piezas para que este sábado los gobernadores Enrique Alfaro Ramírez de Jalisco y Diego Sinhue Rodríguez Vallejo de Guanajuato, anuncien un acuerdo en el que posiblemente vuelvan al proyecto de una presa con una cortina de 105 metros de altura, con lo cual se consumaría el despojo y la devastación para pueblos alteños.Con una cortina a 105 metros, se sabe, se condena a la inundación a los pueblos de Acasico, Palmarejo y Temacapulín; además el proyecto a esa altura supone retomar la construcción del acueducto a León, megaproyecto con el que se consumaría el despojo del agua de la cuenca del río Verde, esencial para la reproducción de la vida de cientos de miles de habitantes de Los Altos de Jalisco, para satisfacer las necesidades de dinámicas de acumulación de capital asentadas en el corredor industrial, automotriz, inmobiliario, comercial y minero de León-Silao.Las piezas se fueron acomodando en la semana. El gobernador de Guanajuato anunció que se reuniría con el gobernador de Jalisco, y antes hubo un encuentro entre los secretarios de Gobierno de ambos estados. Al mismo tiempo, los empresarios jaliscienses que se reunieron con el Presidente el pasado miércoles en Palacio Nacional, le plantearon el asunto de El Zapotillo a Andrés Manuel López Obrador. Y este ya se había retractado de su apoyo a Temacapulín y les dijo a los guanajuatenses que la presa se terminaría y el agua llegaría a Guanajuato, como quieren los dirigentes empresariales y políticos de aquella Entidad.El acuerdo al que lleguen los gobernadores de Jalisco y Guanajuato terminará convirtiéndose en un pésimo proyecto para las comunidades en riesgo de inundarse y para la población alteña. Es decir, se traicionarían los compromisos que asumieron con estas poblaciones distintos actores políticos.No sería la primera ocasión que los habitantes de Temacapulín y de los Altos padecen de la traición. Ya han ido acumulando una larga experiencia de parte de gobernadores como Emilio González Márquez, Aristóteles Sandoval Díaz y ahora de la traición de López Obrador quien acudió a Temaca al menos en tres ocasiones y cada vez prometió respaldar la resistencia de esa población contra la presa El Zapotillo.Semejante al compromiso de Enrique Alfaro en campaña de respaldar la resistencia de los pobladores de Temacapulín que justificadamente se oponen a ser inundados por un megaproyecto diseñado para satisfacer necesidades de corporaciones privadas.Ante el riesgo de esta nueva traición Temacapulín y la población de Los Altos, el Comité Salvemos Temaca, Acasico y Palmarejo, Mapder, Imdec, Colectivo de Abogados y Acción Colectiva (de Guanajuato), lanzaron una campaña para recordarle a Alfaro y a todos los gobernantes que el agua y los derechos humanos no se negocian. Y así como otras veces han sido traicionados por el poder político y han mantenido su lucha, con seguridad ahora también prevalecerá la resistencia contra este megaproyecto que pretende condenarlos al despojo y a la devastación.
