¿De qué tamaño es la subordinación del Gobierno de México a los designios de Donald Trump en materia de migración?Nunca creímos pensarlo, y menos declararlo, pero la Cuarta Transformación se ha puesto a las órdenes de los caprichos estadounidenses en materia de migración como no lo hizo ni Enrique Peña Nieto.Si no vean cómo mientras Trump tuitea furibundo que México “no ha hecho ni remotamente lo suficiente” para frenar a las caravanas migrantes, el Gobierno de nuestro país aumenta las redadas para detener a centroamericanos en la Frontera Sur.En el discurso, Andrés Manuel López Obrador reitera la importancia de la relación con Estados Unidos y el respeto a los derechos humanos de migrantes, pero en la práctica tiembla ante Trump y manda a la policía a encarcelar centroamericanos sin terminar de darle gusto al vecino.***Y el miedo que le tiene Andrés Manuel a Estados Unidos también se vio en su falta de respaldo a los soldados mexicanos que Donald Trump acusó de proteger a delincuentes.En su conferencia mañanera y vía un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la respuesta fue tibia “para no caer en ninguna provocación”.¿Así defiende el Presidente a quienes salvarán a México de la delincuencia con su apuesta -nuestra última carta- de la Guardia Nacional?***Miguel Barbosa, polémico candidato a la gubernatura de Puebla, acusó en su contra una campaña de “guerra sucia” en redes sociales. Nada extraño en un candidato en periodo electoral.Lo que resulta llamativo es que señaló como autor y financiador de esa campaña a Enrique Alfaro. “El Gobierno de Jalisco paga una guerra sucia en mi contra desde Jalisco en Puebla, lo digo clarito porque él lo sabe”, acusó el poblano.La estrategia, según el candidato morenista, es para apoyar a Enrique Cárdenas Sánchez, gallo de la coalición PAN-MC-PRD.¿Pues qué información tendrá Barbosa como para traer al baile al gobernador de Jalisco?