Durante el transcurso del 2018, México fue elegido por Google como primer país de todo Latinoamérica para lanzar sus “hotspots” de wifi público. Poco después, el país fue el primer destino de la región seleccionado por Amazon para posicionar su tarjeta de débito recargable (Amazon Rechargeable) y su asistente virtual llamada “Alexa”.AT&T no se quedó atrás y lanzó en México su primer centro de innovación de todo Latinoamérica (Foundry Innovation Center) para innovar en los productos a comercializar en mercados emergentes.Del lado de las startups, Rappi, (una plataforma de servicio de entregas on demand proveniente de Colombia) experimentó en México un modelo de crecimiento exponencial que más adelante replicó en otras ciudades del mundo. WeWork (una red global de espacios de oficina), logró márgenes que superaron las expectativas que había de la adopción de la marca en Latinoamérica, y Cornershop (una plataforma originaria de Chile que lleva el “súper” a casa) fue recientemente adquirida por Walmart, siendo la presencia de la compañía en el mercado mexicano, una pieza importante para su crecimiento previo a la venta.La lista de casos de empresas llegando y creciendo de forma exitosa en el país sigue y sigue. La cuestión a plantearnos aquí es la siguiente: ¿por qué eligieron a México? ¿qué nos está distinguiendo de otro países Latinoamericanos?. Mi lectura es que nuestro país tiene una “salsa secreta” que está abriendo el apetito internacional de startups prometedoras y de marcas conocidas globalmente:Siendo el uno de los mercados hispanohablantes más grandes del mundo, con una población de más de 120 millones de habitantes que tiene una edad promedio de 30 años, con la tercera penetración de internet más alta de todo América Latina (de acuerdo a cifras de Google), una ubicación estratégica en el corazón del Continente Americano, una economía integrada principalmente por pequeñas y medianas empresa y una base de talento joven, México es un mercado completamente lucrativo y estratégico.Sin embargo, mi argumento va mucho más allá de la demografía y la geografía. Los elementos anteriores forman una parte clave de la ecuación para la atracción y el éxito de las empresas aterrizando en el país. La otra parte de la ecuación la complementan los retos que tiene México. Sí, las deficiencias y los sistemas rotos.Desde mi punto de vista, la oportunidad está en que un gran número de estos problemas que enfrentamos como país, son imanes para empresas que están buscando reinventar industrias. Pensemos en deficiencias en sectores como el transporte público, por ejemplo, el cual genera contaminación y tráfico, o la brecha de la economía informal y formal, reflejada en una bajo índice de la población “bancarizada” o con acceso al crédito.El secreto está en que la mayoría de estas industrias tienden a estar “monopolizadas”, cautivando a un gran número de usuarios a falta de una mejor alternativa. Sin embargo, cuando aparecen competidores en el mercado con un alto valor agregado del lado del consumidor, la ley de oferta y demanda hace su magia y la captación de clientes se vuelve inmediata para dichas empresas.