Kamala Harris, la virtual candidata a la presidencia de los Estados Unidos, enfrenta una carrera de velocidad, mientras su contrincante, Donald Trump, corre una carrera de resistencia. Dos dinámicas distintas, en un escenario donde Harris ha ido ganando terreno y alcanzando a Trump en las encuestas.En estas carreras, el esfuerzo inicial es clave para tomar impulso y marcar el ritmo. La concentración es esencial para mantenerlo. Así están Kamala y Trump, en una contienda en la que México será un tema en la narrativa debido a la migración y su importancia económica, lo que seguramente agitará las olas de este lado de la frontera.Harris ha creado una plataforma de lanzamiento impresionante, adueñándose de la conversación y estableciendo su propia historia que contar, distinta a la del presidente Biden. No solo ha contrastado con su oponente, sino que ha presentado propuestas. Su estrategia es clara: proyectarse como la candidata del futuro, haciendo que Trump parezca una reliquia del pasado. Innovó usando Zoom para grandes reuniones virtuales, conectando con millones de personas sin necesidad de entrevistas riesgosas.En los próximos días, Harris elegirá a su candidato a la vicepresidencia. Tiene muchas opciones atractivas, lo que le daría semanas de prensa positiva y control de la conversación. Para mediados de agosto, durante la Convención Nacional Demócrata, presentará una nueva narrativa, dejando atrás las diatribas de su oponente. Luego, el 18 de septiembre, Trump enfrentará su sentencia en Nueva York. Sea cual sea el resultado, será una distracción que concentrará la atención hacia el republicano en un contexto desfavorable para él. En ese momento estratégico, Trump intentará cambiar la narrativa a pocas semanas de la elección.Los comicios se ganan movilizando votantes en territorios estratégicos. Harris quiere ofrecer a los indecisos una alternativa fresca enfocándose en los estados indecisos, donde ambos partidos tienen apoyo similar:- Arizona: Con 11 votos electorales y una población de origen mexicano que representa más del 30% de los habitantes. En Phoenix, el activismo latino puede inclinar la balanza hacia Harris.- Georgia: Con 16 votos electorales. La población de origen mexicano se estima en más de 400 mil personas en un estado donde la población de color es estratégica, especialmente en Atlanta.- Michigan: Aporta 15 votos en disputa. Detroit y el apoyo de los trabajadores serán decisivos para Harris. Allí viven más de 500 mil personas de origen mexicano.- Nevada: Con 6 votos electorales. Las Vegas, con una población de origen mexicano cercana a 700 mil personas, es un campo de batalla importante.- North Carolina: Con 16 votos electorales. Charlotte y Raleigh, con una población de color significativa y más de 500 mil personas de origen mexicano.- Pensilvania: Con 19 votos electorales y más de 900 mil mexicanos en Filadelfia y Pittsburgh. El gobernador demócrata podría impulsar a Harris si es nominado como candidato a vicepresidente.- Wisconsin: Con 10 votos. Milwaukee es el epicentro de este estado disputado, donde los mexicanos representan más del 10% de la población.Con este panorama, la campaña de Harris se centrará en atraer a estos electores. Aunque los mexicanos votan poco, su importancia es creciente. La narrativa demócrata abordará problemas concretos de estas poblaciones, y el candidato a vicepresidente que elija Harris será crucial.El escenario está listo. Harris debe establecer un ritmo electrizante en los 93 días restantes, enfrentándose a un viejo lobo que hará lo posible por arrebatarle el impulso. Trump sabe que una campaña demócrata llena de vitalidad y alegría, que entusiasme a jóvenes y mujeres, sería fatal para él. Por eso, ataca la identidad racial de Harris y su postura de tolerancia hacia las minorías. Hasta ahora, Harris está alcanzando a Trump y tiene la iniciativa. La cuestión es cuánto tiempo podrán los demócratas mantener la atención para movilizar a su base electoral.Para los mexicanos, tanto los residentes dentro como fuera del país, este proceso electoral es vital por sus consecuencias políticas y económicas. No es casualidad que la revista The Economist haya publicado un índice de riesgo de las naciones en caso de que Trump sea reelegido, con México como el país más afectado. Lo que sucede en Estados Unidos es cada vez más relevante para México. La ruta de Kamala pasará también por los votantes de origen mexicano, que serán cruciales en los estados indecisos. Seguramente veremos anuncios publicitarios en español y calificativos en la discusión. El camino de Kamala hacia la elección tocará a México de muchas formas.luisernestosalomon@gmail.com
