La arrancada perfecta de Sergio Pérez con la que superó a Leclerc en la entrada a la primera curva, aunada al dominio que ejerció en el primer tercio del Gran Premio de Azerbaiyán, nos hizo soñar con la posibilidad de que lograría dos victorias consecutivas. La aparición de la primera bandera amarilla virtual abrió la posibilidad de cambiar llantas para mantener el liderato, sin embargo, Sergio acababa de pasar por el ingreso a fosos cuando lo llamaron, por lo que prefirieron demorar la maniobra. Extrañamente, Max tampoco fue llamado, Leclerc si, recibiendo el compuesto duro, en una maniobra lenta, con el que imprimió un veloz ritmo de carrera a partir de la reanudación de la bandera verde. La velocidad de Charles le permitió acercarse a los líderes, que irremediablemente tuvieron que ingresar por llantas frescas, pero bajo velocidad normal de carrera. El tiempo de Pérez descendió hasta 3.5 segundos con respecto al de Leclerc, el compuesto intermedio con el que inició perdió adherencia más rápido de lo esperado. El cambio fue desastrosamente lento, retornando a la pista detrás de su compañero. Cuando el campeón ingresó, regresó en la segunda posición, gracias a una mejor detención. De no haber sido por el súbito abandono de Leclerc unos giros después, Red Bull hubiera perdido una carrera que había dominado desde el arranque, con Pérez al volante. El abandono de Magnussen permitió que aseguraran la victoria con un nuevo juego del compuesto duro, pero una vez más, la maniobra fue notoriamente más lenta en el auto del tapatío. Red Bull aseguró la victoria que se le esfumó a Verstappen el año anterior por la explosión de un neumático trasero, sacrificando a quien, durante el fin de semana, demostró ser el piloto más rápido del equipo austriaco. Es cierto que Pérez, con el segundo lugar obtenido y quinto podio de la temporada, ascendió al segundo sitio en el campeonato de pilotos, superando a Leclerc por 13 puntos, pero también es cierto que el mexicano hizo todo para lograr una segunda victoria consecutiva, en una pista que se acomoda a su estilo de manejo. El contrato que recién renovó no especifica que sea considerado como el segundo piloto del equipo, según mencionó el mexicano. El trato que recibió en Baku, demostró lo contrario. Checo se encuentra en el mejor momento de su carrera, el dominio que ostenta a bordo del RB18 lo hace acreedor a una legítima oportunidad de pelear por el título. No ha cometido errores que perjudiquen su rendimiento, el equipo si ha cometido varios en su perjuicio. Las declaraciones de Pérez al final de la carrera fueron inteligentemente moderadas, el resultado no fue malo, pero pudo ser estupendo. No me sorprenderá ver una mejor versión de Checo a partir de ahora, está acostumbrado a superar la adversidad. Canadá será el nuevo escenario en el que nuestro piloto entregue lo mejor de sí, ¿qué trato recibirá por parte de su equipo?