Con singular alegría por parte de las autoridades fue recibida la noticia de que a Tlaquepaque le otorgaron la categoría de “Pueblo Mágico”, una distinción que comparte con otros 111 lugares de México y que tiene como objetivo impulsar el turismo nacional.La cuestión es que la magia no alcanza para que el festejo por tal nombramiento exista en la mayoría de los habitantes del municipio, que padecen inseguridad y carencia de servicios básicos como vialidades dignas y seguras, atención médica decorosa y una gran cantidad de pendientes que se suman a la lista. No hay nada qué festejar, por el contrario. La mágica atención se concentrará solo en 42 manzanas que conforman el Centro y será ahí donde la administración pública podrá ejercer los recursos federales que le otorguen para mejorar la imagen urbana, calles, banquetas y fachadas.Parece que ahora solo se hablará de la magia de una pequeña zona de Tlaquepaque, y habrá un velo que esconde lo que el resto de los ciudadanos enfrenta. El municipio tiene casi 700 mil habitantes que viven en poco más de 300 colonias. Si bien les va, dos patrullas vigilan un sector que comprende 60 colonias, a veces solo una recorre las calles. El atraso en servicios médicos es otro gran pendiente, hasta hace un mes había dos ambulancias en operación de las seis, sí, seis asignadas al municipio y que la alcaldesa María Elena Limón siempre ha defendido han funcionado todo el tiempo. Se trata de la realidad en la que vive la funcionaria, muy alejada de lo que sus gobernados manifiestan. Los resultados en las elecciones del pasado julio la hicieron repetir tres años más, pero eso no significa que lo que esté haciendo, lo haga bien.Estar en ese cargo debería ser histórico, porque es la única mujer presidente municipal del Área Metropolitana de Guadalajara, sin embargo, la personalidad pública no le ha alcanzado para demostrar el alcance que puede tener en beneficio de la población. Grado de compromiso, involucramiento y permanencia, son elementos que deberían medir el impacto del liderazgo político. La ciudadanía juzga cada vez más las cosas en relación con un conjunto de adjetivos que construyen una estructura. Referentes de credibilidad como la experiencia, honradez, congruencia, que la gente crea y confíe en lo que se dice y hace. Un líder verdadero es identificado por obtener resultados, y estos son consecuencia de acciones concretas.Es el segundo periodo que encabeza Limón García como parte de la ola naranja del partido Movimiento Ciudadano. Las voces al interior del partido coinciden en que es intratable y vive en su mundo aparte. Ojalá que el ilusionismo de la “buena nueva” no se convierta en otro motivo para ignorar el contexto que ha tenido a Tlaquepaque lejos de ser un municipio en constante desarrollo, pero eso sí, de ahora en adelante “muy mágico”.(puntociego@mail.com)