La llegada de las herramientas de inteligencia artificial a las aulas representa uno de los mayores cambios cualitativos para la educación en general, y especialmente para la educación superior. Específicamente, será de gran impacto en los campos que exigen la interpretación tanto de hechos, como de conceptos abstractos y aquellas enfocadas a la creación de argumentos. Ha surgido un aliado poderoso que revolucionará profundamente no solamente la enseñanza universitaria sino la actividad profesional en general.Durante los más de treinta años que he tenido el privilegio de enseñar en las aulas universitarias, este es el momento más disruptivo por el alcance potencial de este nuevo aliado. Pero no todos piensan que la llegada de la Inteligencia Artificial sea realmente positiva en la educación. Algunos la ven como un adversario contra el que habría que luchar como si fuera equivalente a un plagio, cuando en realidad se trata de un hecho mucho más profundo. Es un paso más en la convivencia del hombre con las máquinas, en este caso, las que “piensan”.Como muestra de ello, comparto la experiencia de mis alumnas y alumnos de derecho, a quienes he pedido apoyarse en esta novedosa herramienta. El resultado del uso de la Inteligencia Artificial, especialmente el Chat GPT, fue muy interesante porque mientras para algunos la herramienta fue aún motivo de tímida experimentación, otros captaron plenamente en el primer ejercicio el potencial de la herramienta. La encomienda fue crear argumentos en favor y en contra de determinadas causas que simularan una disputa judicial. Primero sin la asistencia de la herramienta y luego con ella; los resultados fueron cualitativamente muy superiores tanto en el fondo como en la forma. Al grado que algunos preguntaron si su uso era “legítimo” y cómo afectaría la práctica judicial en el futuro.Es claro que quienes tuvieron mejor desempeño fueron quienes alimentaron con mejor información el planteamiento a la maquinaria electrónica, y que obtuvieron argumentos mejor enfocados con calidad “humana”. Mientras que quienes no plantearon adecuadamente los tópicos recibieron respuestas mucho más simples. Y es claro que resulta necesario un entrenamiento en el uso de los mecanismos de interacción para “hablar” adecuadamente con las máquinas. Pero en muchos casos el resultado fue asombroso tanto por su alcance, como por su pulcritud lógica y por supuesto lingüística. En resumen, ha aparecido el mejor asistente del profesor y del estudiante, pero falta aún entrenarle asertivamente. Seguramente en muy poco tiempo tendremos ejemplos brillantes en el campo de la argumentación, de la escritura, como de los planteamientos lógicos que cambiarán muchos roles que juegan las personas en los procesos deliberativos.Es aún prematuro adelantar las consecuencias de su uso sistemático. Los peligros que se han advertido sobre el desarrollo indiscriminado y sus consecuencias es motivo de una enorme discusión de alcances éticos y filosóficos que se relacionan con la forma en que debiera o no regularse. Pero en tanto llegan estos momentos, es claro que en apenas unos cuantos meses, la llegada de la Inteligencia Artificial a las aulas transformará la manera de enseñar conocimientos y desarrollar habilidades.Por lo pronto, podemos afirmar que la inteligencia artificial está cambiando nuestras vidas cada día, aunque no nos demos cuenta. Y que no se trata solamente de lo que ha pasado en las aulas, sino que en laboratorios, hospitales y hasta en los coches autoconducidos, estamos aprendiendo a incorporar en muchos aspectos de nuestras vidas. Estamos en el nacimiento de una especie de mayor convivencia con el pensamiento artificial. Estoy convencido de que su uso será positivo, aunque seguramente, como pasó con el surgimiento de Internet, traerá enormes desafíos a su alcance.Hoy por hoy, cientos de millones de personas usan herramientas como el Chat GPT y las suscripciones para estos sitios se suman por cientos de miles por hora, al grado que se ha llegado a prohibir en algunas partes del mundo para ser usada como herramienta sistemática. Es un hecho que no puede pasar desapercibido para nadie, pero menos para quienes estamos relacionados con la educación. La inteligencia artificial llegó para quedarse y abrirá oportunidades y creará brechas.luisernestosalomon@gmail.com
