La puesta en marcha el fin de semana pasado de nuevas rutas de transporte público, con unidades articuladas, que operarán en la colapsada Avenida López Mateos Sur, como una de las medidas para tratar de dar mayor fluidez vehicular y facilitar la movilidad de miles de usuarios de esa zona de los camiones urbanos que pasan horas para llegar a sus trabajos y regresar a sus domicilios, volvió a poner en la discusión pública la calidad de este servicio público para hacer más sustentable la metrópoli.Aunque expertos sostienen que la incorporación de estas nuevas unidades de transporte público, que en sus primeros días de funcionamiento han trasladado en promedio a 10 mil personas por día, representan sin duda un avance, aseguran también que se debe hacer mucho más para resolver la problemática vial en esa ruta. Otros técnicos, como los de la Asociación Ciudad Eficiente, de plano aseguran que esas rutas no funcionarán, o lo harán de forma ineficiente, ya que estudios previos, de hace más de una década, establecían que no había condiciones.Lo cierto es que como ha pasado en otros sexenios, en el actual se quedarán lejos del Modelo Integral de Movilidad que se propusieron, en el que la mejora del transporte público era un eje central.Hay toda una serie de indicadores que dejan claro que pese a las grandes inversiones en nuevos medios masivos de transporte que se han hecho en la anterior y actual administración estatal, entre los que destaca la Línea 3 del Tren Ligero y el Peribús, que se echaron a andar este sexenio, el número de usuarios del transporte público bajó en los últimos años de 3 millones a 2 millones, mientras que según cifras del propio Gobierno estatal, los usuarios del transporte privado subieron del 27.6 por ciento de la población en la Entidad en 2020, al 33 por ciento en el 2023.Dos cifras más que demuestran que pese a que en el discurso oficial se asegura un cambio total del modelo hombre-camión al de la ruta-empresa, el usuario sigue sin notar una mejora en el servicio que lo haga bajarse del automóvil: el promedio de vehículos que entran diario al parque vehicular que antes era de 300 en el último año marcó ya los 400, además de que el nuevo síntoma que las personas lejos de subirse al transporte público, por deficiente e inseguro, prefieren buscar sus propios medios para moverse, es el boom en la venta de motocicletas y la escalada en el número de accidentes en los que se ven envueltos sus conductores. No hay, pues, nada por qué echar las campanas a vuelo en el tema del transporte público.jbarrera4r@gmail.com
