Si a principios de agosto que estalló el conflicto entre el gobierno del estado y la Universidad de Guadalajara por la quita presupuestal de 140 millones de pesos para la conclusión de la primera fase del Museo de Ciencias Ambientales, apunté aquí que se trataba del momento de mayor confrontación entre Enrique Alfaro y el ex rector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, desde hace 11 años que el entonces alcalde perredista declaró a Tlajomulco territorio liberado del yugo “padillista”, ese momento quedó superado.Y es que este lunes hubo una nueva escalada de tensión cuando por primera vez el gobernador dejó de hacer referencias implícitas y llamó y fustigó por su nombre al líder del grupo político que controla la UdeG desde hace más de tres décadas.Aunque hace apenas 20 días Alfaro y Padilla se dieron un rápido saludo de manos, en un incómodo encuentro cuando el líder universitario fue invitado VIP a las tomas de posesión de los alcaldes naranjas Juan José Frangie en Zapopan y de Pablo Lemus en Guadalajara (o tal vez como una respuesta tardía a ello) hace dos días, al ser cuestionado por las manifestaciones de la UdeG para exigir el regreso de los recursos para el museo, tronó al decir no sólo que le parecía una “irresponsabilidad” convocar a estudiantes a marchas en pandemias, sino que envió un primer mensaje directo al ex rector: “Al señor Raúl Padilla y sus lacayos, de una vez les digo que la época oscura en que manipularon a las instituciones, sometieron a los gobiernos para lucrar y hacer negocios personales, se acabó en Jalisco. Pueden patalear, hacer lo que quieran, pero esa etapa se acabó, no va a regresar”.Esta tronante declaración se leyó también como respuesta al anuncio del rector general Ricardo Villanueva, de que demandarían penalmente por desvió de recursos al gobernador si no regresaba la partida para el museo y que incluso presentarían una controversia constitucional. Aunque en el 2010 Alfaro llegó a la presidencia de Tlajomulco con el apoyo del grupo padillista, aquel primer rompimiento público creció notablemente los bonos políticos de Alfaro y su grupo por empatar con la exigencia ciudadana que en aquel momento exigía mayor transparencia en el manejo de la universidad pública, combate a la corrupción y mayor democracia interna, como pasa hasta ahora.Las críticas y señalamientos que vuelve a hacer hoy el mandatario estatal al líder del grupo hegemónico de la UdeG, están lejos de tener aquella potencia y repercusión, por una simple razón: vienen después de que el Alfaro y su grupo hicieron al lado aquellos cuestionamientos y aceptaron alianzas con el grupo padillista en distintos momentos desde el 2012 hasta el proceso electoral del 2018 cuando jugaron juntos respaldando al panista Ricardo Anaya. Para no ir tan lejos, todavía en la FIL del año pasado, Alfaro cerró filas con Padilla ante las críticas del Presidente Andrés Manuel López Obrador a la Feria y a su director.Por eso las embestidas de hoy suenan tan cuestionables como criticar la marchas univesitarias en pandemia cuando nada dijo de las concentraciones de su partido Movimiento Ciudadano en los cierres de campaña del pasado proceso electoral de junio. jbarrera4r@gmail.com