En medio de divisiones que provocan un “clima peligroso”, como lo señaló el ex presidente Barak Obama, mañana los estadounidenses tienen jornada electoral. ¿Y?. Posiblemente la ‘batalla campal’ entre republicanos y demócratas por el control de la Cámara de Representantes y el Senado esté muy alejada de nuestro entorno inmediato, pero si está muy cercana de nuestro interés por las repercusiones que pudieran representar para nuestro país.Durante los dos últimos años los demócratas han tenido la mayoría en ambas cámaras del Congreso, y por supuesto la presidencia, pero ese panorama pudiera cambiar radicalmente y las reglas del juego serían completamente diferentes en la política interna del vecino del norte y en el trato y relación con México.El martes de la semana pasada el periodico Los Angeles Times publicó un análisis titulado ‘Tormenta perfecta en México con un Congreso republicano’. Y señala que las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos están en una posición distante y álgida, como no lo había estado en los últimos 50 años. La publicación indica que si hay cambios radicales en el Congreso norteamericano -un triunfo republicano-, a partir de enero del año próximo cuando tomen posesión los nuevos legisladores, “la distancia ideológica que habrá entre los legisladores de ambos países” será ideal para esa ‘tormenta perfecta’, tomando en cuenta “que la mayoría legislativa mexicana es del partido MORENA donde prevalece la izquierda, mientras que en Washington serán los republicanos de la derecha quienes tendrán la fuerza dominante”.Hay que recordar que desde el ala republicana de ambas cámaras del Congreso estadounidenses han venido las más agrias críticas a la administración Biden por el ‘trato’ a México y las más severas censuras a la manera como desde Palacio Nacional se manejan asuntos de migración, narcotráfico y comercio, entre otras cosas. Seguramente, en caso de que los republicanos logren el control del Senado -como parece lo más probable- o de ambas cámaras - como muestran algunos sondeos- va a provocar que todos los lazos de relación con México estarán bajo un severo escrutinio legislativo. Para empezar, cambiará la presión bajo las que se llevarán a cabo las audiencias sobre las ‘diferencias’ en el tratado de comercio, el asunto del tráfico de drogas, la polvareda que ha levantado el asunto de telecomunicaciones y el tema del cambio climático que tanto preocupa a Washington y que es ignorado en muchos sentidos desde Palacio Nacional.Indica Los Angeles Times que si se concreta la llegada de los republicanos al control legislativo, la “nueva fuerza dominante tiene la intención de traer al frente los desacuerdos que hay con México por su poco interés en ayudar en la guerra del narcotráfico. Eso a su vez afectará la cooperación y la estrategia entre los dos países sobre inmigracion. Por su parte en México hoy, se está creando un nuevo equipo que al más alto nivel en la Secretaría de Economía tendrá a su cargo la conducción de los capítulos del tratado comercial del que depende la economía mexicana. En Washington existe la impresión que ese nuevo equipo está formado por gente con una total falta de experiencia para resolver conflictos y eso promete anudar más la relación comercial”.Tendríamos que estar ‘cruzando los dedos’ a la espera que la jornada electoral estadounidense arroje buenos resultados para los demócratas, de lo contrario el pronóstico de tormenta, de concretarse, pudiera tener severos efectos para México.¿Usted, qué opina?. Daniel Rodríguez daniel.rodriguez@dbhub.net
